6 gastos millennials más frecuentes

Seis gastos millennials más frecuentes

Si eres padre de millennials o incluso tú eres uno y no te has dado cuenta de ciertos patrones de conducta con los cuales gastas más dinero. Aquí te decimos tus mayores desembolsos.

Las personas entre 22 y 38 años generalmente gastan sus ingresos en los siguiente:

1. Café

Parece imposible pero los jóvenes gastan una fortuna en bebidas y más que nada por la frecuencia del consumo de ellas, en promedio de dos a tres veces al día entre cuatro y cinco veces a la semana, lo cual es un gasto grande considerando que las cafeterías suelen ganar el triple por cada vaso despachado.

2. Tatuajes

Desde que se puso de moda retomar el gusto por los tatuajes, la mayoría de los millennials se decora partes del cuerpo visibles como piernas y brazos.

En el mejor de los casos se los hacen en centros de diseño profesional y cuyos precios oscilan entre 2000 y 10000 pesos dependiendo del entramado, complejidad, cantidad de tintas y renombre del artista tatuador.

Lo más increíble es que pese al dolor que causa, los clientes desarrollan afición por el malestar y el dibujo convirtiendo la ida con el tatuador en toda una experiencia y estilo de vida.

A esto hay que sumarle que como es un dibujo hay que retocarlo, y naturalmente mantenerlo en buen estado cuesta.

3. Tinte

Antes irse a hacer el tinte era de uso exclusivo de las mujeres y en tonos básicos como castaño claro, rubio cenizo o pelirrojo, pero conforme han pasado los años y han evolucionado las modas, es más común ver hombres matizarse el pelo para destacar sus canas o chicos teñirse colores fantasía el pelo.

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Todos estos cambios resultan sumamente excitantes y que de ser bien hechos realzan la belleza individual de las personas, por ello los adictos al tinte tienen dos opciones: aprender a hacerlo ellos mismos para no gastar 1500 pesos en salón o seguir pagando por ello.

Como vemos hacerse un cambio de look es de las cosas que más buscan los millennials para expresar su personalidad a través de tonos atrevidos o cortes asimétricos.

Estas formas de variar el look resultan difíciles de costear no sólo por la necesidad de un profesional sino por los productos complementarios para sostener la belleza del tono en el teñido y la salud del pelo mediante ampolletas y tratamientos.

4. Ropa

Este punto va de la mano con los dos anteriores, los jóvenes no sólo buscan tener un corte interesante, sino que también desean que su apariencia en general armonice con su forma de ser y sentir la vida.

Por ello, la ropa es el lienzo predilecto para expresar su forma de existir en el ambiente; ello se traduce en la necesidad de buscar prendas y accesorios de temporada con vibrantes colores y texturas que los hagan distinguirse de entre los demás.

Como es de esperarse, mantener o crear un estilo es caro y más si las prendas son ropa de diseñador o de buena calidad. Eso se convierte en una contra cuando empiezas a desviar recursos de la renta o la alimentación por comprar ropa casi de manera patológica.

5. Gadgets

El amor por la tecnología nos hace que gastemos cifras absurdas en teléfonos y relojes inteligentes que después de seis meses y varias actualizaciones de software empiezan a fallar.

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Sugerimos que no adquieras gadgets tan frecuentemente porque estos tienden no sólo a depreciarse sino a descomponerse pronto o lo que es peor a perderse por descuido. En promedio un smartphone o tablet van de los 5 mil pesos a los 30, mil, lo cual no es una buena idea y más si lo sacas a MSI con la tarjeta.

6. Gimnasio

Los millennials viven en una era donde verse y sentirse bien es prioridad, pero seamos realistas, la membresía de los gimnasios, más la mensualidad son para alarmarse, aún a pesar de los paquetes y la cantidad de descuentos que se hagan, casi siempre ir al gimnasio es un gasto fuerte, porque va acompañado de la necesidad de comprar equipo, vestimenta y accesorios para ejercitarte plenamente, así como la posibilidad de ir al doctor por una lastimadura u otros.

Lo peor es cuando habiendo pagado todo esto, aun así, no vas al gym y sigues contratando el servicio que se desperdicia, lo cual le genera utilidad al propietario y desequilibrio a tu cartera.

Si te identificaste con más de uno, pon orden en tus finanzas y escoge qué vale la pena mantener y qué descartar.

¡Suerte y escoge bien!

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