¿Se nace o se hace el espíritu emprendedor?

¿Se nace o se hace el espíritu emprendedor?

Tener un espíritu emprendedor es algo que se nos debería inculcar desde chicos, aunque hay quienes dicen que eso viene intrínseco en las personas.

La motivación emprendedora es una materia que debería impartirse desde que somos pequeños. Ya que cuando somos niños es cuando más imaginación y tiempo disponemos. Qué mejor si se nos ayuda a ejercitar esta aptitud.

Fomentar el espíritu emprendedor, es hablar del deseo que cambiar las cosas que hacen faltan o están mal mientras que la cultura emprendedora es hablar de desarrollo de empresas para el progreso de los países. Cabe mencionar que una no está peleada con la otra.

Al contrario una depende proporcionalmente de la otra, pero la que debemos fomentar principalmente es el espíritu emprendedor ya que con el podremos echar andar cualquier cosa, sin importar lo loco, imposible o audaz de nuestro objetivo.

Los padres y profesores debieran de ocuparse hoy más que nunca en plantear problemas cotidianos a los niños y jóvenes para que desarrollen el sentido lógico y común.

Con el cual sean capaces de proponer y defender sus posturas, de modo que cuando crezcan estén preparados para un pitch, una crisis u oportunidad. Sólo así sabrán detectar, atender y solucionar los problemas que se les presenten

No es cuestión de habilidades o mentalidades, es cuestión de disciplina.

Si desde chicos introducimos a nuestros hijos o sobrinos en temas básicos de economía, comunicación y desarrollo de tecnologías es muy probable que en poco tiempo el espíritu emprendedor surja.

Al estar expuestos a estas pláticas y conocimientos de los mayores es muy probable que se decanten por iniciar un proyecto propio.

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Predicar con el ejemplo

Muchos de nosotros requerimos que gente experimentada en el tema nos hable de su participación en proyectos.

Para comprender de qué se trata ser emprendedor o la magnitud de dificultad de dirigir un negocio propio.  Siempre es muy grato oír los consejos sobre los do’s and dont’s de una compañía por muy grande o pequeña.

Además es enriquecedor saber por dónde actuar que no repetir o que sí replicar en el futuro.

El entorno emprendedor

El entorno geográfico también contribuye en el desarrollo del espíritu emprendedor. No es lo mismo pensar en negocios en un puerto pesquero en Canarias que estar en un puerto pesquero en Hong Kong. Son dos cosmovisiones totalmente diferentes, pero el  objetivo común es el cómo aprovechas.

Del mismo modo el entorno familiar, si uno o los dos padres son gente encaminada a la creación de negocios; es más que probable que los hijos continúen sus pasos.

Así verán muy estimulante todas las etapas de la construcción de un proyecto.

Aprender a vender

No hay lugar para los tímidos en este aspecto, se debe de tener confianza en uno mismo si se busca que otros inviertan en nuestras creencias o proyectos.

Saber vender es más que ponerle un precio a un artículo, es envolver a un cliente potencial en nuestra filosofía, es enamorarlos de nuestro servicio o producto para que no escojan a nadie más.

Por ello es más que relevante en un emprendedor aprender a vender nuestro propio talento a los demás si queremos sobresalir en el mercado.

Perseverancia

Decirles a los más jóvenes que equivocarse es normal, que fracasar es parte del ciclo natural de los negocios es algo importantísimo, porque saber lidiar con la frustración es la diferencia entre restablecerte o perecer, la perseverancia es muy importante para sobrevivir en este mundo de sueños y ambiciones.

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