Algunas estadísticas dicen que México es el único país de Latinoamérica donde hay más mujeres emprendedoras que hombres, por lo que existe Mia Co-Growing, un co-working exclusivo para ellas.
Es un gran avance en la cultura mexicana porque en generaciones pasadas el hombre únicamente trabajaba para ganar el dinero, mientras que las mujeres llevaban la responsabilidad del hogar y de los hijos.
Lo duro de la brecha salarial
Tal vez sea por el “machismo” que hay en México en el que a un hombre le pagan mejor por el mismo trabajo que a una mujer y porque las mujeres se sienten atadas de manos al no poder solucionar esta dialéctica.
Lo que sí es cierto es que las mujeres son, ahora, más movidas que los hombres en cuanto a negocios se habla.
Mia Co-Growing
Mia Co-Growing es un centro de co-working solamente para mujeres que están decidiendo emprender, situada en la colonia Tabacalera de la Ciudad de México.
Este centro inspira con su iluminación, arquitectura y sus enormes ventanales que dejan ver el Monumento a la Revolución.
“La idea de tener un espacio abierto es permitir la interacción de unas mujeres con otras, conocer más de sus proyectos y crear un networking de apoyo», asegura Marisse fundadora y directora operativa.
La idea de Marisse nació después de haber trabajado para las Naciones Unidas de Nueva York, y regresó a México con un concepto único “ampliar la comunidad de mujeres profesionistas pues es una cuestión para unir fuerzas”
Mia Co-Growing, como su nombre lo indica, trata de la ayuda de mujer a mujer para recomendar y contratar los servicios de otra mujer emprendedora.
Completa equipación
Este concepto cuenta con cuartos de maternidad, sala de juntas, clases de ejercicio, regaderas y eventos para la comunidad Mia como lo son conferencias y shows de stand up de mujeres para mujeres, todo esto por una módica cantidad de 3,500 pesos mensuales.
Aunque no todo es miel sobre hojuelas ya que, según Global Entrepreneurship Monitor (GEM), el índice de fracaso en negocios que emprenden las mujeres es mucho más alto que el de hombres.
Lo anterior tal vez sucede por las oportunidades de financiamiento y confianza en hacer negocios que se inclinan más hacia los hombres.