Cómo quitarse el miedo al emprender
Lo primero que debes de saber es que no existen emociones buenas o malas, todas son útiles y nos dan rangos de experiencia. Nos permite madurar en varios aspectos de nuestras vidas, así que no le tengas miedo al emprender.
Para un emprendedor es muy difícil mantener un equilibrio de la vida profesional y personal, debido a que siempre están ligadas la una con la otra.
Así que se debe aprender a asumir riesgos y beneficios, por lo que es vital contar con un escudo interno para enfrentar las críticas, comparaciones y el propio miedo al fracaso.
Recuerda que se puede sacar provecho a cualquier experiencia, por muy negativa que sea.
Te presentamos una serie de consejos para evitar que el miedo al fracaso interfiera en el manejo de tu negocio.
Fija objetivos al emprender
Las metas deben ser realistas, adaptadas a la realidad económica, no inalcanzables.
Las empresas deben imponer metas que supongan una mejora para la organización, pero sin crear presión ni miedo a no conseguirlos.
Los objetivos deben ayudarnos a mantener la ilusión, ya que ésta es un potente motor para conseguir aquello que nos proponemos.
Planifica para evitar el fracaso
Para evitar el fracaso al emprender es más que necesaria la planificación estratégica: es una gran ayuda a la hora de tomar decisiones, ya que sabiendo lo que se viene, es más difícil tener miedo.
Valora a quienes te valoran
Acércate a las personas que aprecian tu trayectoria, aquellos que te conocen desde hace tiempo.
Busca a alguien para apoyarte y pídele la opinión sobre tu desempeño y lo que podrías hacer mejor.
La persona que elijas, fuera o dentro de la compañía, debe ser equilibrada y objetiva. No busques meros halagos, sino a alguien que siempre te pueda decir la verdad.
No existen errores, sólo resultados
Si las cosas no están yendo como esperabas, no significa que seas un fracasado. Tal vez la fórmula que estás aplicando no sirve para lo que buscas, de modo que sólo tienes que cambiarla, es más, buscar otra mejor.
Aprende
Se puede aprender mucho más de los errores que de los éxitos.
Capitaliza la experiencia, conocimientos, destrezas, habilidades y hábitos adquiridos en el proceso para que no vuelvas a dar los mismos pasos que no te llevaron a ninguna parte.
Finalmente, sabes que el miedo al emprender no tiene porque paralizarte, siempre puedes apoyarte en alguien o aprender de las derrotas, recuerda que las lecciones que se nos quedan más gravadas son las que nos costaron lágrimas.