Amueblar o remodelar tu oficina o estudio puede ser una actividad divertida, pero también desgastante, pues implica inversión, gastos y creatividad; sin embargo, es algo que vale mucho la pena.
Tener un estudio u oficina apropiado para trabajar, sin importar si eres oficinista o freelancer, es primordial para que las ideas fluyan y puedas laborar en un ambiente confortable y que sea de tu agrado.
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Lo que debes tener en cuenta
Primero que nada, verifica de cuántos metros cuadrados dispones. Una vez que sepas eso, lo demás se define por añadidura.
Si ya identificaste el área de tu lugar de trabajo y los problemas que quieres eliminar, lo que sigue es que iniciar un presupuesto para convertir tu estudio u oficina en un lugar agradable.
Además, si trabajas solo y eres propietario del espacio que vas a intervenir, entonces puedes transformar todo lo que quieras.
Si el lugar no es tuyo
En el caso de que compartieras el espacio con tus empleados y rentaras el área, te recomendamos que primero te pongas en contacto con el dueño o arrendador para hablar sobre lo intrusivas que pueden ser las remodelaciones en el edificio y, así, llegar a una valoración conjunta.
Una vez tomada la decisión y al tener todos los permisos necesarios, es recomendable realizar una encuesta entre tus colaboradores, pues aunque ellos no tomarán la decisión final, es importante saber los cambios que ellos necesitan en las instalaciones para hacer de la oficina un lugar más funcional y bonito.
Recuerda pasan, en promedio, 50 horas a la semana ahí.
Recordatorios legales sobre la remodelación de oficinas:
En caso de que la remodelación implique cambios en la estructura o cimientos, se debe tramitar una licencia de construcción en la Secretaría de Desarrollo Urbano de tu ciudad. Con ella, podrás hacer la remodelación de interiores de oficinas. Su costo dependerá de la superficie a remodelar y la calidad de ella.
Cada estado de la República cuenta con variantes en los requisitos para la tramitación, pero todos coinciden en pedirte: Solicitud, INE, escrituras del predio en orden, recibos de pago de impuestos, agua, alcantarillado y planos del proyecto.
Se aconseja que el arquitecto sea quien lo realice debido a los tecnicismos requeridos; él puede presentarse con una carta poder.
Es importante no olvidar la celebración de un contrato con el arquitecto para establecer un presupuesto, asó como los materiales que se usarán, el personal que laborará y cuáles serán las obligaciones de ambos.
Por otro lado, si los cambios implican únicamente una decoración o remodelación superficial no necesitas ningún tipo de permiso.
