Al revisar nuestro estado de la tarjeta de crédito nos dicen o leemos algo que se llama pago mínimo, que, aunque signifique que sí vamos a aportar algo a la deuda, puede generarnos problemas.
“Pago mínimo” son dos palabras que por sí solas nos gusta escuchar una después de la otra. Pero tratándose de tarjetas de crédito implican muchos más problemas que soluciones. El pago mínimo es la cantidad más pequeña que le puedes pagar a una institución bancaria para que considere que tus cuentas están al corriente o un porcentaje muy pequeño de tu adeudo original, que sigue acumulando intereses y sigue creciendo.
¿Cuándo sí usar el pago mínimo?
Mantener tu crédito vigente suena como una buena razón para utilizar este recurso; pero apoyarte en él cada mes puede hacer que tardes años o incluso décadas en eliminar tus deudas.
Para evitar una crisis económica insuperable, únicamente recurre a él cuando verdaderamente tengas una emergencia. Haré énfasis en que nunca deberías de disponer de él si lo puedes evitar. El mejor consejo; no te dejes engañar por salidas fáciles. Conoce todas las facetas de tus servicios cuando los adquieres y si no te quedan claros, utiliza tus recursos para investigar los pros y contras de los mismos.