El empeño, ¿una forma de financiarme?
Empeñar o dejar un objeto como garantía de la devolución de un préstamo, es un método que muchos utilizamos cuando estamos en apuros.
El empeño en la historia
Esta modalidad de obtener dinero es histórica: todo se remonta al siglo XV en donde religiosos franciscanos les daban dinero a los pobres a cambio de algunos objetos que ellos tuvieran.
Es cierto, que lo que siempre está relacionado al dinero tendrá una expansión inimaginable: y así fue. Sin embargo, los objetos que se iban pidiendo ahora sólo eran los que tuvieran un valor monetario considerable.
En México las casas de empeño llegaron en el siglo XVIII, cuando el país era una colonia española.
Gracias al atractivo y la aceptación que hubo en el país, esta practica llegó hasta nuestros tiempos, siendo liberador cuando la gente tiene apuros económicos.
En Presty nos dimos a la tarea de reunir algunos pros y contras, por si has pensado en empeñar algo.
Pros
El mayor atractivo de hacer un empeño es la facilidad con la que se obtiene el dinero. Generalmente sólo se requiere llenar una cantidad mínima de información y presentar un artículo valioso como garantía.
Toma en cuenta que éste puede ser vendido en caso de que el préstamo no se recupere, por lo que a la casa de empeño no necesariamente le interesa el puntaje de crédito del cliente. Es una manera eficaz de conseguir dinero rápido y a la segura en caso de ser necesario.
Contras
Como método financiero es bastante inseguro. Todos corren el riesgo de no adquirir el dinero necesario para pagar a la casa de empeño, lo que posiblemente implica perder algo de valor sentimental y económico.
Otra desventaja es que el periodo del préstamo suele ser muy corto (de un mes), y las tasas de interés son altas.
Generalmente las valoraciones son muy bajas y hay que empeñar varios artículos o uno de valor muy alto para conseguir la cantidad deseada.