Muchas compañías de los que conocemos, incluso que ahora son grandes emporios extendidos por todo el mundo, iniciaron como un negocio familiar, algo que es difícil de manejar y mantener.
Podría pensarse que al abrir un negocio familiar, parte del éxito está asegurado porque se plantea entre personas que se conocen, que además sienten confianza y aprecio, sin embargo puede ser un arma de doble filo y las cosas no siempre tienden a ir bien.
Aquí en Presty te daremos una lista de los pros y contras de manejar finanzas en el negocio familiar.
Pros
- El ambiente familiar es lo que distingue a estos negocios de otros. Esto puede dar más tranquilidad y confianza cuando se trata del manejo del dinero.
- Se mantienen en la misma página. Se trabaja para cumplir los mismos objetivos financieros. Hay un compromiso para conseguirlos por parte de todos y generalmente se trabaja bajo la misma ética y valores. De la misma manera, que todos tengan “la camiseta puesta” es un beneficio dentro del área laboral porque fomenta un trabajo más productivo.
- Se deja un legado a la familia. Aunque hoy en día resulta difícil que las empresas permanezcan en las familias por numerosas generaciones, es más fácil que un miembro de la familia cuide de la empresa con los valores con la que la crearon, que una persona externa.
Contras
- Todo es personal. Es sumamente fácil que los problemas de la familia se vean reflejados en el trabajo. Es un asunto delicado que se debe separar estableciendo límites claros. Esto no solo es por el bien del negocio, sino también por el bienestar de la familia.
- Falta de apertura. Tener un ambiente familiar es genial, pero se debe tomar en cuenta que las personas de fuera también pueden enriquecer el negocio y aportar ideas que la familia carece y que pueden ayudar la evolución del negocio.
Entonces, ¿qué debe tener?
- Como cualquier otra empresa o negocio, se debe tener un objetivo, una visión y una misión. Esto ayuda a los involucrados a siempre tener en mente el bien y crecimiento de la compañía sobre cualquier interés personal.
- Los roles bien establecidos también son importantes. Es muy fácil que como todos están en confianza, los puestos sean difusos. Pero no tener tareas claras puede crear problemas o disminuir el sentido de responsabilidad de cada persona. Saber qué hace cada quien mantiene a todos trabajando en lo que deben y no genera confusión en cuanto a quién se encarga de algo.
- Por último, los registros claros no son negociables. Estos mantienen el orden, la confiabilidad, evitan los malentendidos y rastrean si los objetivos se están cumpliendo o se debe hacer un cambio.