En Presty ya hemos aprendido sobre deuda y renta fija, en esta ocasión explicaremos qué es la renta variable y los riesgos de esta inversión, así como las medidas debes tomar para protegerte.

La renta variable es un tipo de inversión formada por todos aquellos activos que no garantizan la devolución del capital invertido ni la rentabilidad del dicho.

Aquí la renta variable, es inversamente proporcional a la renta fija, porque no conocemos los flujos de caja que vamos a recibir por parte de la empresa, incluso puede que la rentabilidad sea negativa y que perdamos dinero con la inversión.

Esto debido a que la rentabilidad depende de diversos factores como la evolución de la empresa, situación económica, mercados internacionales, estabilidad macroeconómica, etc.

Por eso decimos que la rentabilidad que ofrecen es variable. De ahí el nombre.

La renta variable es uno de los actores principales en los mercados financieros. En las bolsas se negocian también renta fija, derivado y otros activos, pero cuando se habla de bolsa, se suele referir al mercado de acciones.

Otros activos de renta variable

Un claro ejemplo de renta variable son las acciones en las que el dividendo que entregará la empresa a los accionistas depende de cómo vaya el negocio, es decir, los intereses que vamos a recibir son variables.

Con la compra de acciones el accionista se convierte en copropietario de la empresa, adquiriendo unos determinados derechos/beneficios sobre la compañía sobre la que adquiere títulos, como derecho al voto, derecho a información, cambios de personal e imagen de la organización.

Además otro tipo de renta variable son los fondos de inversión, los bonos convertibles y las participaciones preferentes.

En todos ellos existen mayor o menor riesgo pero para eso hay seguros con los que se puede proteger al inversor. ¡Y ya sabes el que no arriesga no gana, suerte con tus finanzas!