El elevator pitch toma su nombre de una supuesta situación en la que, dos personas toman un ascensor y en ese corto tiempo se plantea la posibilidad de un negocio, se debe despertar la curiosidad.
Recuerda es tan sólo la presentación, la finalidad no es vender, sino generar interés sobre tu proyecto, para concretar una entrevista o reunión más adelante.
Una vez que lo logres debes de ser muy inteligente y envolver a tu inversor sin que se de cuenta pero que sienta una necesidad de conocer más al respecto.
Por ello, a la hora de hacer contactos o cerrar contratos el tiempo es un factor fundamental, debes ser capaz de transmitir la idea de tu proyecto en el menor tiempo posible de modo brillante. Aquí te decimos cómo:
Adelántate a las preguntas y detalla tu negocio en breve
¿Quién es tu público? ¿Quién va a utilizar tu producto?
¿Existen riesgos, tu producto o servicio es seguro? ¿Qué problema o necesidad latente vas a satisfacer? ¿Cómo lo vas a satisfacer? ¿Quiénes son tus proveedores? Todo eso en unas cuantas líneas.
Responde a las dudas más comunes
¿Quién eres y tu experiencia? ¿De dónde vienes? ¿Por qué puedes llevar este proyecto al éxito? ¿Qué necesitas para triunfar? ¿Qué mercado hay? ¿Cómo van a recuperar los inversos su dinero y cuándo?
Deja bien claro qué te diferencia de los demás y qué tiene de atractivo tu proyecto
¿Por qué van a invertir en ti y no en otros? Además de dinero qué otra cosa puedo ganar, ¿cómo se pueden involucrar más los socios? ¿hay oportunidades de adquirir acciones? Plantea todas las posibilidades que sean un gancho para tu objetivo.
Explica tu modelo de negocio
¿Cómo vas a ganar dinero?, ¿De dónde sacaste la idea? ¿En cuánto tiempo vas a ver resultados?, ¿Por qué va a ser un éxito?
Brevedad y calidad
No aturdas a tu potencial inversor o cliente extendiéndote demasiado, así que ensáyalo tantas veces como te haga falta para controlar el tiempo. Asegúrate de dar la información fundamental y despertar el interés.
Prepara tu elevator pitch, pero no lo memorices, muestra naturalidad, tranquilízate todo saldrá bien.
No insistas demasiado ni seas pesado. Muchas veces los inversores no te darán un sí a la primera. Ten paciencia y si la respuesta es un no, busca otras opciones.
Analiza tu elevator pitch e intenta averiguar qué salió mal, recuerda no siempre es tu culpa, a veces el público no es receptivo o quizás tus ideas eran demasiado avant-garde. Procura no deprimirte.
No intentes abrumar con cifras
Cómo es tu primer acercamiento no hables de números y de dinero, únicamente introduce la idea, deja que germinen las palabras en tu inversor/cliente.
Remata con una tarjeta de presentación impactante que tenga tu contacto para posteriores encuentros o conversaciones