Se informó el comportamiento de la inflación de la última quincena del año y con ello la tasa anual de todo 2018, que se ubicó en 4.83%, y más que una cifra el indicador tiene diversas repercusiones en tu vida cotidiana.

En primer lugar, la inflación mide los precios de una canasta de bienes y servicios durante un periodo determinado, cada quincena, que refleja el consumo promedio de una familia en México.

Por ello, podemos decir que es el costo de vida se encareció en 4.83%, aunque a lo largo de los meses hubo presiones en diversos precios que provocaron que el indicador fuera mucho más alto, sin embargo, nada que ver con 2017 cuando la inflación alcanzó 6.77% principalmente por el incremento del precio de la gasolina.

¿Nominal o real?

Un segundo aspecto del dato anual de la inflación es que permite conocer el rendimiento real de las inversiones que no es más que restar a la ganancia financiera el porcentaje inflacionario de 2018.

Por ejemplo, si tu ganancia nominal anual fue de 10% la tasa real será de 5.17%. Lo que no es tan positivo es que si tienes créditos o anualidades que se ajusten conforme a la inflación entonces deberás de aplicar el porcentaje al respectivo pago para actualizar la deuda o los pagos correspondientes.

Una referencia

Otro factor que debes considerar es que la inflación del cierre del año permitió actualizar la Unidad de Medida y Actualización también conocida como UMA que en 2019 será de 84.49 pesos, menor al salario mínimo aprobado de 102.68 pesos, un incremento superior a 16%, y al de la Zona Libre de la Frontera Norte donde se duplicó para llegar a 176.72 pesos.

Esto es muy relevante porque desde 2017 opera la UMA que para pagos o sanciones sustituyó al salario mínimo que antes era la referencia, y gracias a los aumentos extraordinarios al salario mínimo, que fueron mucho mayores que la inflación, permitieron acentuar las diferencias entre ambos conceptos que debes evitar confundir al momento de hacer cuentas.

¡Quiero un aumento!

Para los sueldos que no necesariamente se muevan conforme al salario mínimo, la inflación anual es muy relevante porque se convierte en toda una referencia para esperar que en la siguiente revisión salarial el ajuste sea por lo menos equivalente a este 4.83% para mantener el poder adquisitivo del salario.

Aunque este año la negociación podría ser más intensa porque el aumento extraordinario al salario mínimo que incluso se anticipa al mismo ritmo en lo que resta del actual sexenio, es un argumento ideal para que le propongas a tu jefe que te aumente el sueldo mucho más allá de la inflación de 2018. Mucha suerte.

¿Será posible?

El gobierno espera que la inflación finalice este año en 3.4%, estimación que para muchos especialistas es muy optimista, y sería una muy buena noticia porque sería menor a la de 2018 y estaría más cerca de los niveles reportados en 2016 o incluso 2015 cuando el indicador cerró en 2.13%.

¿Y de qué depende que suba o baje la inflación? En el estricto sentido económico de la oferta y demanda de los bienes o servicios, que determina la variación de precios en un periodo determinado, por ejemplo, paquetes vacacionales o boletos de avión en periodos de asueto; las buenas o malas temporadas para la cosecha de productos agropecuarios o bien los precios que autoriza el gobierno como las tarifas eléctricas a ciertas poblaciones en los meses más calurosos.

Un elemento igual o más determinante para el ritmo de la inflación es el crecimiento o desaceleración de la economía en su conjunto porque si no hay dinamismo no hay demanda y entonces no suben los precios, situación que es todo lo contrario cuando se acelera el crecimiento.

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