Una entrevista de trabajo exitosa puede derivar en la obtención de un empleo y la mejora tus ingresos, tu vida profesional y tú ánimo en general, así que prepárate muy bien antes de asistir.
Para muchos, las entrevistas de trabajo generan tanta ansiedad como si estuvieran siendo cuestionados por la policía. Pero, tranquilo; la preparación minimiza la preocupación.
Aquí hay algunas cosas que hacen la gran diferencia y causan una buena impresión en una entrevista de trabajo.
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Lo que implica la selección de ropa, higiene e incluso el olor, es importante. No dejes estos detalles para el final y prepara todo lo que necesites para la entrevista por lo menos un día antes.
Se amigable
Nunca elijas entre ser amigable o profesional; siempre intenta ser ambos. Los reclutadores no son, ni buscan robots, así que entre más te puedas conectar con la persona enfrente de ti, mejor. La buena actitud siempre se agradece y sobresale en un mar de reclutas.
Investiga
Esta es una de las ocasiones en las que sí existen las preguntas “tontas”. Nunca hagas preguntas que puedes contestar desde la página de Internet de la empresa para la que quieres trabajar. Si tienes dudas, asegúrate de indagar de cosas que demuestren interés y preparación.
Lenguaje corporal
Las cosas que no se dicen también causan una impresión. Son la diferencia entre transmitir seguridad e incertidumbre, o arrogancia y humildad. Intenta mantener un estado relajado y tus expresiones propias. Si el contacto visual te es difícil, te recomendamos practicar esto con anticipación, ya que tiene mucho peso en un encuentro de cara a cara.
Prepárate
No es posible saber 100% qué preguntas te harán en una entrevista, pero hay maneras de darse una idea. Busca preguntas frecuentes de entrevistas de trabajo y practica respuestas para cada una.
Tal vez no son exactamente las mismas, pero el ejercicio te dará una idea de lo que quieres compartir y lo que es mejor dejar fuera. También te ayudará a sentirte más seguro, ya que has eliminado un pequeño grado de incertidumbre.
Anécdotas
Está bien compartir historias siempre y cuando sean relevantes. Utilizadas correctamente, pueden causar una impresión sobresaliente y facilitar que el entrevistador se acuerde de ti.
Siempre sé ti mismo
No mientas en tu entrevista. Te lo agradecerás siempre que tu trabajo te exija lo que puedas dar.
Siempre es mejor aceptar tus limitaciones y tener un poco de fe en que el reclutador elegirá a la persona más apta para el trabajo.
Por último, ¡buena suerte! Esperamos que te vaya excelente en tu entrevista y que consigas el puesto que aspiras.