Así como hay reglas de etiqueta laborales, también existen hábitos profesionales que no debemos descuidar, desde el CEO de una empresa, hasta el último analista, deben tener presente estas prácticas.

Ya sea que te estés introduciendo al mundo laboral, o que lleves tiempo conociéndolo, nunca es mal momento para tomar consciencia de los hábitos que validan tu imagen profesional, tales como:

Redes sociales

Por más separadas que nos gustaría que estuvieran la vida personal y la vida laboral, es difícil que una no afecte a la otra.

Tener un buen criterio de qué poner en redes sociales es muy importante, aunque se encuentren en privado, ya que pueden ayudar o perjudicar una búsqueda de empleo, o incluso un puesto de muchos años.

Puntualidad

La impuntualidad no tiene lugar en el área de trabajo. No es profesional, entonces si puedes, en lugar de llegar tarde, siempre llega 5 minutos antes a donde sea que te debes presentar.

Cuidar la gramática

Con la facilidad del autocorrector y los mensajes de texto, la importancia de esto ha ido disminuyendo, pero al igual que la puntualidad, nunca es opcional en el ámbito profesional.

Organización

Esto es un estado mental al igual que físico. Es importante que tu trabajo, espacio de trabajo e imagen personal tengan orden. Habla de respeto, consideración y eficiencia.

Higiene e imagen

Ambas reflejan respeto por uno mismo y los demás. El cuidado personal no solamente es agradable, sino que también representa cuidado a la empresa, organización o negocio para la que se está trabajando.

Procrastinar

Lo más importante es no procrastinar. Es evidente cuando un trabajo es apresurado, y un empleo es mucho que perder.

No hacer tu trabajo es suicidio laboral, porque tu mismo le das la idea a tu jefe de que alguien más puede realizar tu trabajo mejor que tu.

Mejor, trabaja a tu propio favor y cuida tu tiempo para que tu desempeño sea favorable.