Todo apunta a que los millennials no estarán dispuestos a pasar 25 años trabajando en la misma empresa y bajo el mismo esquema laboral, hoy más que nunca los jóvenes entre 21 y 39 años se les dificultará adquirir bienes o vivir de su pensión.
No nos gusta la idea de desalentarte pero las encuestas son apabullantes. Según la CONSAR y Pew Research nuestra generación se está deshaciendo de la posibilidad de alcanzar un retiro decente. Gracias a las nuevas formas de trabajo como son los empleos por outsourcing, pago por proyectos, auto-emprendimiento, tenemos más incertidumbre sobre el dinero para nuestra jubilación.
Quizás como generación estemos muy afligidos por el funcionamiento de la política y la economía. Sin embargo la previsión u ahorro no se ve reflejada en acciones concretas para nuestra vejez.
Para muestra la Ley del Seguro Social del 1973 es completamente diferente a la que nos tocó a nosotros. En ella las remuneraciones eran significativamente superiores por dos motivos:
- El patrón y empleado aportaban grandes cifras al retiro.
- Los empleos eran FORMALES.
En la actualidad nos dirigimos con la Ley del 1 de julio de 1997. Te explicamos.
Ley del 1 de Julio de 1997
Esta Ley evita que el gobierno utilice los recursos de los trabajadores para otros fines. Por ello no ha aumentado el monto de las contribuciones obligatorias, que establece como requisito mínimo 1,250 semanas de cotización. Es decir, aproximadamente 25 años de trabajo. Visto así, entre el freelanceo y los trabajos esporádicos es muy poco probable tener dinero para la vejez. Quedando únicamente la posibilidad del ahorro voluntario para tener un retiro desahogado.
Lamentablemente el gobierno en vez de reestructurar las pensiones sólo se dedica a invitar a la gente al ahorro voluntario y nada más.
¿Qué podemos hacer?
Como millennials, debemos tomar conciencia y hacernos responsables de nuestras finanzas personales, ya que no podremos vivir a expensas del posible cobro de una pensión. Hay que pensar qué sucederá el día que no se cuente con un ingreso y buscar instrumentos que permitan ahorrar.
En macro todo esto señala un retraso en materia de maduración personal ya que sino tenemos buenos empleos o prestaciones dignas, jamás daremos el salto en cosas que nos importan como comprar bienes raíces, terminar de pagar créditos, contraer nupcias y toda una serie de compromisos que fueron más fáciles para nuestros padres y abuelos.
Sólo nos queda decirte que aportes más a tu AFORE, diversifiques tus ingresos y de lo que obtengas guarda la mitad para tu vejez ya que inclusive la expectativa de vida ha aumentado de 72 a 78 años en hombres y de 76 a 84 en mujeres.