La semana pasada inició el llamado Ciclo Presupuestario*, un proceso muy relevante porque su objetivo es saber cuánto dinero tendrá el gobierno en el siguiente año y cómo lo distribuirá, un elemento crucial en la ruta económica, sobre todo ahora que las demandas son crecientes y los recursos siempre serán limitados.
Este ciclo se compone a su vez de siete etapas: la primera es la planeación y es la más relevante porque la Secretaría de Hacienda presenta un escenario económico preliminar.
En dicho escenario incluye todas las variables más relevantes cómo el crecimiento del PIB, inflación, tipo de cambio, precio del petróleo e incluso las expectativas del crecimiento de Estados Unidos, el principal socio comercial de México.
En conjunto este documento se conoce como Criterios Generales de Política Económica.
Cruda realidad
Y aunque es una visión preliminar, es decir, que puede resultar mejor pero también peor a las proyecciones de Hacienda, la cosas no pintan nada bien para lo que resta del año y para 2020.
Sobretodo en materia de crecimiento con una tasa de 1.6% para 2019 y de 1.9% para 2020.
En la ruta económica estas cifras evidentemente menores a las proyecciones previas y a las estimaciones de los analistas privados, lo que peligrosamente se aleja la promesa de la mayor promesa económica para la administración de este sexenio.
Esta promesa es que en los seis años del presidente Andrés Manuel López Obrador, el crecimiento de la economía mexicana sería de 4%.
En este sentido para recuperar las bajas tasas de 2019 y 2020, se requiere un crecimiento del más del doble por año en los siguientes cuatro años.
Todos perdemos
Pero crecer menos no es sólo un problema para las cuentas del gobierno, sino más bien todo el país, las empresas, consumidores y en general todos los participantes de la economía.
Todos estos actores tienen que ajustar sus planes al menor dinamismo, cancelar o en el mejor de los casos posponer inversiones o proyectos de expansión.
Esto puede llevar al aumento del desempleo e incluso es probable que los bancos enfrenten mayores problemas de cartera vencida.
Y desafortunadamente esto no es novedad para México.
Por décadas experimenta bajas tasas de expansión y los resultados económicos siempre están debajo de los compromisos del presidente en turno.
Siguientes pasos
Si bien el Ciclo Presupuestario comienza con la Planeación, el proceso continúa con la Programación; Presupuestación; Ejercicio y Control; Seguimiento; Evaluación; y Rendición de Cuentas.
Es importante considerar que las decisiones y ajustes que se tomen en cada etapa tendrán una implicación directa para todos los actores de la economía.
Y la mayoría de las etapas se pueden resumir en un calendario que permite que antes de que finalice el año se cuente con el presupuesto ya aprobado para poder ejercerlo en 2020 y éste es una especie de ritual que se repite año con año.
Final feliz
Así el 8 de septiembre es la fecha límite para que el Ejecutivo Federal presente los proyectos de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos, y también nuevamente los Criterios Generales de Política Económica, que podrían revisarse al alza o a la baja.
Después los legisladores de ambas cámaras analizan y aprueban dichas propuestas en un plazo que vence el 15 de noviembre y luego se publican ambos documentos para estar listos antes de finalizar el año.
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Roberto Aguilar
Tengo más de 20 años de experiencia en el periodismo económico y financiero en los medios más importantes de México. Estoy convencido que la mejor manera de sacarle todo el provecho a los servicios financieros y bancarios es conociéndolos, usándolos y cumpliéndoles. Soy Libra y mi perro se llama Elmo.