Vivir en grandes ciudades como la Ciudad de México no es cosa sencilla y más cuando las modas como la subcultura hípster se impone y se vuelven la norma, por lo que un lugar íntimo y acogedor se vuelve concurrido y costoso.

Aquel cafecito que era tan reservado e incluso descuidado por el paso del tiempo solía ser acogedor y barato; de repente se convierte en el hotspot de la colonia, dejando de ser particular, para tornarse bullicioso, caro e increíblemente pretencioso.

Barrio con aires de Italia

Así pasa con la mayoría de los lugares cuando la gentrificación azota las colonias o calles de la ciudad y cuando los comerciantes e inquilinos quieren hacer sentir su barrio con aires Berlín y Milán, sin salir de la Doctores o Bondojito.

A esta tendencia le llaman Hípster, cuando finges interés por algo descuidado, porque crees que se ve cool así. Le pones alguna característica interesante como un nombre o ingrediente y cobras cifras absurdas por ellos.

Naturalmente este estilo de vida además de que requiere esmero por buscar lugares atractivos o al menos fuera de lo común, necesitan dinero y para las personas que tienen negocios fincados en la estética de lo retro o lo-fi, se ven beneficiados por el consumo de sus productos.

Estos pueden ser desde leche orgánica de alce hasta sombreros artesanales de Nueva Guinea, todo esto en aras de buscar ser diferente e incluso más sibarita.

¿Cuánto cuesta esta vida?

Vivir de la fantasía y de las recomendaciones de Instagram puede ser una trayectoria dolorosa para tu cartera ya que cada sugerencia oscila entre 250 pesos y 6000, dependiendo mucho de lo especializado del negocio y el bien o servicio que se adquiera.

• Desayuno

Supongamos que quieres ir a tomar un té al Caravanaseraï de la Roma, la orden de esta infusión oscila entre los 89 y 188 pesos más pastel, que ronda entre 66 y 150 pesos, más el servicio. Supongamos hayas escogido lo más caro de bebidas y alimentos más propina del 15% habrán sido 388.70 pesos sólo de tomar té por persona.

• Compras

Si después de ahí dijeras “tengo ganas de ir a una tienda de ropa única con productos vintage” en promedio por zapatos te costaría 2500 pesos, 1600 por las prendas y 340 por accesorios. Sí decidieses comprar los botines estilo Dylan de la Tienda Goodbyfolks te costaría 3000 pesos.

• Comida

Luego si al salir de ahí te diera hambre y te apeteciera un bocadillo como un sándwich de Rosetta estarías, además de esperando horas por pasar, gastando en promedio por un vaso pequeño de jugo, un café y un sándwich 400 pesos ya con propina.

• Un extra

Después si se te antoja estirar las piernas e ir al péndulo por un libro, tras la jornada de compras y la comida, te costaría entre 200 y 5000 pesos algunos de los títulos existentes.

• Cena

Por último, si deseas reunirte con tus amigos a beber una copa en la noche en la Terraza de Contramar te estaría costando entre 178 y 300 pesos cada trago. Supongamos que la noche es larga y bebes más de 4 copas, en promedio gastaste 890, más el servicio, es decir, 979.

Si sumamos lo anterior estarías gastando 4,967.70 en un sólo día y no realizaste actividades fuera de lo común.

Según la revista de la Profeco, uno debe de gastar máximo el 10% de su sueldo en actividades de ocio y recreación, lo cual sugiere que para que no te molestara gastar esa cantidad, deberías estar ganando 50 mil pesos mensuales.

Además, tener casa propia entre otros factores que ayudarían a que tuvieras superávit y no déficit en el bolsillo.

Como ves, llevar un estilo de vida hípster en la Ciudad de México en tan sólo uno de sus corredores es un tanto elevado, sabemos que hay miles de cosas que nos encantaría experimentar.

Ahora pregúntate la próxima ves que salgas a un lugar ¿Es esto edificante?, ¿Vale la pena la efímera satisfacción?, ¿El servicio vale lo que estoy pagando? Sí todas las respuestas dan afirmativas adelante, pero si no déjalo ir, siempre habrá algo mejor.