A veces destinamos poquísimas cantidades de dinero para actividades de poca importancia como ayudar en la calle o comprar algún dulce, pero con estas acciones tal vez estamos haciendo gastos hormiga.

Estos gastos son aquellos que incluyen los “pesitos” que regalas o gastas en cosas pequeñas, pero la realidad es que no hemos analizado el impacto que tienen en nuestra economía.

Debemos tener presente que los gastos hormiga no son sólo “pesitos” que creemos no necesitar.

Implican erogaciones que hacemos a diario y que pasan desapercibidas porque creemos que por no ser altos (baja inversión), no afectan nuestro presupuesto.

Anota todos los gastos que tengas, desde el café “alto” de esa mañana de mínimo $58, el panqué para acompañar de $30.

El costo de ese taxi o servicio privado de mínimo $41 porque llegarás más rápido, el precio de una botella de agua o ese refresco para despertar de $12, y así durante todo el día.

Te darás cuenta de que estás pagando diariamente por cosas que en muchos casos no necesitas, pero que consumes por su disponibilidad.

Los gastos hormiga afectan la economía de todos desde el momento en que se efectúan.

Pero no los hacemos conscientes hasta que realizamos el ejercicio de observar a dónde se va nuestro dinero.

Quizá por ello en inglés se les conoce como incidentals, porque son consumos incidentales, que se dan sólo en ese momento por la facilidad de realizarlo.

Suena exagerado, pero se ha reportado que los mexicanos en el 2018 llegamos a realizar gastos hormiga que pueden ir desde los $8,000 hasta los $14,000 mensuales (un mínimo de $96,000 al año), pero ¿cómo podemos cambiar estos eventos automáticos?

¿Qué hacer al respecto?

Lo primero es tener presente cuáles son los que hacemos y si realmente sirven un propósito, y cuáles son aquellos que afectan nuestra economía sin propiamente ofrecernos un beneficio.

Es importante que te des un momento para reflexionar y encontrar qué motiva estas compras: la disponibilidad, la “ilusión” del bajo costo, la costumbre, etc.

Poder encontrar estos motivos te va a ayudar a eliminar su incidencia.

Empieza por determinar consumir el producto una tercera parte de lo que lo consumes actualmente (en vez de seis veces por semana, establece que sólo iras por ese café dos veces por semana).

Ir desvaneciendo y degradando su consumo paulatinamente te ayudará a reducir el impacto en tu economía semanal y a destruir ese hábito negativo.

Este pequeño ahorro es importante que lo visualices para metas más grandes, inversiones con mayor impacto en tu vida, como la compra de un auto o un departamento.

Una vez que empieces a notar este cambio, tus finanzas personales tendrán más sentido y dejarás de ser de los que llegan a la mitad de la quincena y deben estirar 300 pesos para cinco días.

Siempre ten en mente que los gastos hormiga son imposibles de eliminar completamente, pero sí son manejables y los puedes reducir casi en su totalidad para tener un mejor control de tu dinero.