Nosotros al igual que tú nos preguntamos constantemente ¿por qué el dólar estadounidense o americano es la moneda en la que se sustentan todas las demás?, aquí explicaremos esta situación.

¿Por qué nos lastima tanto cuando el dólar se desploma causando que se contraigan a las economías globales?

En esta ocasión nos remontaremos en el pasado a mediados del siglo XX para explicarte de dónde surge el poder y actual caída del dólar como moneda hegemónica.

Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, en 1944, se llevó a cabo una de tantas reuniones que cambiaron el curso de la historia para siempre. Antes de Bretton Woods, cada país respaldaba su moneda en oro y en el crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB), pero después de la guerra nada volvió a ser igual para las economías internacionales.

En la mencionada junta de Bretton Woods se estipuló la manera en la que las relaciones financieras internacionales se llevarían acabo, una de esas medidas fuera establecer el patrón oro como medida para ordenar el intercambio internacional.

El reconocido economista inglés John Maynard Keynes, propuso la creación de una nueva moneda en la cual no hubiera una nación principal sino la unión de todas, es decir una moneda que representara a la comunidad internacional (algo así como el Euro hoy en día).

Estados Unidos, siendo el gran ganador y libertador de la guerra se opuso a tal propuesta, en gran medida porque en aquel entonces ellos eran depositarios de un tercio de las reservas mundiales de oro. Por tal consiguieron imponer el dólar como la moneda de intercambio internacional, con el compromiso de que éste sería convertible siempre en oro lo mismo para todos aquellos países que firmantes el tratado.

De esta manera las demás monedas comenzaron a cotizar en dólares, y el precio del dólar se fijó en 1/35 de una onza de oro. Por eso desde entonces a la fecha, las caídas o reforzamiento de nuestro peso mexicano está estrictamente ligado a ese convenio internacional firmado en 1944.

Volumen de oro proporcional al dinero existente

Sin embargo, algo importante que mencionar sobre el acuerdo de Bretton Woods es que suponía que Estados Unidos no debería imprimir más dinero del que les permitiese su volumen en oro existente en sus bóvedas. Así mantendría estable el precio del dólar, no causaría híper inflación ni mareas en las economías extranjeras; ofreciendo un medio de pago confiable para que tanto exportadores como importadores se sintiesen seguros y respaldados ante una moneda fuerte.

Así pues el dólar se convirtió en la moneda de cambio internacional, aceptada en todo el mundo. Pero el gobierno de los Estados Unidos incumplió su compromiso en más de una ocasión para protegerse de la deuda mediante la expedición de bonos y otros trucos.

La primera vez que incurrieron en la falta fue durante la Guerra de Vietnam, en la que su economía estaba tan sensible que se vieron forzados a quebrantar el tratado e imprimir papel moneda sin respaldo en oro a esto se le llama “dinero fiducidiario”. Este dinero tiene valor únicamente en la confianza que se le reporta ya que no hay sustento material que lo soporte.

La autoridad para realizar dichas decisiones reside en el Congreso, el Senado y la Reserva Federal; ahí se revisó el tema de la impresión de billetes sin valor en oro para poder pagar deudas y seguir manteniendo el orden dentro y fuera de sus fronteras.

A partir de entonces el sistema monetario de una sola nación se convirtió en un peligro para las bolsas mundiales viendo afectadas todas sus industrias y políticas regionales.

Adiós oro como base

Pasando tan sólo tres años del fracaso de Vietnam, el presidente Nixon acabó con la convertibilidad del dólar en su equivalente en oro, y de esta manera acabó también con el patrón oro. A partir de ese momento comenzó a operar el sistema de flotación, basado exclusivamente en el factor “confianza” en el dólar.

De este modo el dólar pudo seguir haciendo comercio internacional, pero a costa de arrastrar a otras naciones con cada movimiento.

Desde entonces han habido otras crisis pero la más reciente a causa de la bancarrota de Lehman Brothers conllevó a desestabilizar a la moneda jerarca por excelencia, haciéndola sufrir de una recesión durísima que aún seguimos arrastrando. Según expertos, aún no tiene fecha para concluir ya que el papel abunda, la inestabilidad política y la burbuja inmobiliaria están por estallar peor que hace una década.

Como vemos el panorama es muy incierto, pero nunca ha dejado de serlo.

Ahora ya sabes por qué el peso y otras monedas están estrictamente ligadas al dólar y por qué cada que se agita la bolsa nos afecta directamente.