En Presty ya hemos visto que en el mundo de las finanzas personales existen muchas formas de estafas y robos, la cuales son tan creativas como fraudulentas, como sucede con el lazo libanés.

¿Qué es?

El famoso lazo libanés consiste en la colocación de una rendija falsa en un cajero que funcionan con un mecanismo que se apodera de la tarjeta de crédito, mientras que una cámara disimulada en la máquina graba los números que la víctima pulsa al introducir el número de identificación personal, el PIN.

Las víctimas introducen su tarjeta, pero el cajero está manipulado para que ésta sólo se introduzca parcialmente; el cajero entonces detecta una anomalía e informa mediante un mensaje en la pantalla de que por cuestiones técnicas no pueden devolver la tarjeta.

Posteriormente, los estafadores utilizan esta tarjeta hasta que el propietario la anula o hasta que agotan el crédito de la misma, así lo afirman las autoridades de varios países de la Unión Europea.

Características de las víctimas

El criterio de los estafadores es el siguiente, seleccionan los cajeros utilizados por extranjeros mayormente en las áreas de gran atractivo turístico y lo hacen a «últimas horas de la tarde durante los fines de semana, esto con la intención de que no haya servicio de bancos y que las víctimas no puedan reaccionar rápidamente.

En México

Si bien esta forma de robo lamentablemente está en toda Europa, México tampoco escapa a la realidad de la delincuencia en los cajeros, pues el lazo libanés o gente que se acerca dizque a ayudar, también están a la orden del día.

Por ello, lo más importante es estar totalmente atentos cuando se acude a un cajero y si se tiene un smarthphone, hay que aprovechar que la mayoría de los bancos cuentan con aplicaciones que permiten congelar nuestro dinero o dar de baja momentánea a nuestro plástico de tal forma que los delincuentes no nos dejen sin nuestro dinero.

Observa estas precauciones

Ante el aumento de denuncias por este tipo de estafa, las autoridades han detallado cómo detectar que un cajero ha sido manipulado.

Comprobar que el teclado del cajero está fijo, y tapar con una mano los dígitos que pulsamos de nuestro código PIN.

Ir a los cajeros de los bancos cuando están abiertos y en zonas seguras para evitar tragos amargos.

Ahora ya sabes cuida de tu tarjeta y sé muy cauteloso con tu dinero.