La CDMX es acelerada, pero en este lugar ocupado, las que se llevan el premio de todólogas son las madres, quienes además de ejercer la maternidad también trabajan, haciendo bien sus múltiples roles.
Aun cuando evidentemente pueden hacer todo, siguen siendo personas como cualquier otra. Es decir, no hacen que un día tenga más de 24 horas en el día con su fuerza de voluntad, y definitivamente no se multiplican para trabajar y cumplir con sus responsabilidades de madre.
Seas madre o no, todos podemos aprender mucho de las estrategias que ellas utilizan para balancear la vida y el trabajo:
Organización
No hay manera de que se pueda trabajar y cuidar de hijos sin una planeación adecuada. Organizar el día permite ver cuánto tiempo le dedicas a qué y darles prioridad a las cosas importantes.
Preparar
Adelantar todo lo que se pueda aliviana inmensamente la rutina. Hacer algo, como cocinar con anticipación, impide que se pierda tiempo innecesario de estar con la familia o realizar tareas importantes.
Motivación
Saber por qué hacen lo que hacen ayuda a seguir haciéndolo. Si no hay motivación es fácil darse por vencida , no sólo como madre, sino como persona. Hay que pensar que el trabajo vale la pena.
Aprovechar las mañanas
Las mañanas tienen el poder de marcar todo nuestro día. Cuando algo sale mal, frecuentemente se piensa que el día ya se arruinó. Esto es subjetivo, pero lo que sí es cierto, es que una mañana eficiente puede optimizar la rutina
Ser realistas
La única manera para lograr hacer todo, es no cargarse con cosas para las que no hay tiempo. Ser realista permite a las madres trabajadoras cumplir en el hogar y en el trabajo.
No serlo perjudica toda la misión y puede afectar alguna de estas dos áreas.
Priorizar
Si se toma el punto anterior, hay veces que realísticamente no se alcanza a realizar todo. Por esto, también es necesario priorizar. De no hacerlo, solamente resultará más estrés y trabajo a medias
Valorar el sueño
En la maternidad, para sobrevivir, uno tiene que dormir. Ya sea empezar a incluir siestas diarias o dormir más temprano, cualquier momento en el que se puedan cerrar los ojos es muy preciado. El sueño no es negociable.
Toman descansos (o deberían)
Es importante identificar la hora en el día en la que se pueden dar respiros.
Por más atareado que sea su horario, encontrar un momento para leer un libro, tomar una ducha relajante, hacer ejercicio o tomar un té, es esencial.
Puede ser a la hora de despertar, cuando los niños ya se hayan ido a dormir o cualquier momento en el inter. Al incorporar esto a la rutina se verá la diferencia en la que
No son pasos fáciles de seguir, pero con el tiempo, la práctica y el esfuerzo habrá un cambio notable en la manera que manejas tu tiempo en casa y el trabajo. La maternidad jamás será una contra para que cumplas tus sueños.