Más líderes, menos jefes: consejos para ser mejor en tu negocio
Destacar por nuestras cualidades técnicas es importante porque pone a prueba lo que alguna vez aprendimos, sin embargo, es más relevante el talento para saber dirigir un proyecto y un equipo.
Las sociedades funcionan mediante dos situaciones: necesidad y deseo, cualquiera de estas dos motivaciones insta a que la gente se levante cada día y busque lo mejor para sí o el colectivo.
En este ámbito de necesidad o deseo surgen dos tipos de dirigentes los que inspiran a dar lo mejor que tienen por una pasión o bien común y los regentes que llegan ahí por estar más calificados o por imposición.
En materia laboral durante años hemos sufrido la figura del jefe, esa persona severa e inflexible que no conoce las excusas y no perdona las faltas.
Casi todos lo odian y le temen pero su presencia genera que las personas trabajen lo más eficientemente posible, tal vez por miedo al ridículo o la sanción. Sin embargo, y aunque parezca increíble esta clase de dirigencia aún goza de cierto valor.
Actualmente este tipo de mando lejos de funcionar es repudiado, de hecho, lo que más se busca en un dirigente, es que sea una persona con inteligencia emocional desarrollada, habilidades sociales y que tenga la sensibilidad suficiente para ponerse en el lugar del otro (empatía).
Características de los líderes
- Sabe escuchar.
- No juzga precipitadamente.
- Toma decisiones fríamente.
- Escoge lo mejor para el grupo.
- Reconoce fallas.
- Pide disculpas.
Características de los jefes
- Promueve el trabajo en equipo.
- Valora al miembro más talentoso.
- Identifica los errores y los elimina.
- Explica su visión al resto de equipo.
- Respeta las opiniones de los demás.
- Busca la innovación e implementación de las estrategias creadas.
Por lo tanto, una persona que posea los atributos mencionados, además de su experiencia puede considerarse un gran líder, así como un ejemplo a seguir para la comunidad.