Como bien sabemos el mundo en el que vivimos, se encuentra en un constante cambio y uno de los factores que ha ido avanzando cada vez más rápido con la tecnología, lo cual nos lleva a una transformación digital.
La economía global también está experimentando una transformación digital, y está sucediendo demasiado rápido, pero ¿qué es la economía digital?
Deloitte la define como la actividad económica que resulta de miles de millones de conexiones diarias en línea entre personas, empresas, dispositivos, datos y procesos.
Cambios rápidos
Como se menciona anteriormente, la economía mundial se digitaliza rápidamente con la tecnología.
El Internet ha transformado la percepción que se tenía sobre las estructuras de negocios.
Ciertamente, es diferente la interacción entre empresas y la forma en que éstas y los consumidores adquieren información, bienes y servicios.
Esto ha generado impactos significativos en las formas de satisfacer los gustos y necesidades de los consumidores.
Ellos cada vez son más exigentes al momento de adquirir algún producto o servicio y gracias a esta exigencia se permite tener una competencia económica en la economía digital.
La nueva forma de competir por ofrecer y consumir bienes y servicios en la economía digital con la tecnología ha tenido un impacto positivo en el crecimiento económico en los últimos años.
Gracias a la reducción de los costos de las empresas y permitirles ser más productivas y expandir su mercado a otras regiones del mundo, entre otras cosas.
Competencia económica
Sin embargo, no todos los puntos son positivos porque al existir una Ley Federal de Competencia Económica, ésta tiene que estar en constante actualización conforme avanza la tecnología.
Esto debido a que los mercados digitales tienen características que los diferencian de los mercados tradicionales, e inciden en la forma en la que las empresas compiten por la preferencia del consumidor.
En un estudio realizado por la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) mencionan que en toda decisión de política de competencia, existen dos tipos de riesgos:
- Sancionar o inhibir conductas que en realidad no son contrarias a la competencia,
- No sancionar conductas que sí lo son.
Si bien este problema no es específico de los mercados digitales, dado que algunos de ellos cambian tan rápido.
La probabilidad de cometer algún error de este tipo en dichos mercados podría ser mayor en comparación con los tradicionales.
Para lo cual continúan diciendo que el reto principal consiste en optar entre, por lo menos, dos posibles posturas ante los problemas de competencia que pueden surgir en la economía digital:
- Dejar a los mercados digitales disciplinarse por medio de la competencia, evitando posibles acciones de la autoridad que pudieran generar distorsiones en los mercados.
- Optar por asumir como cierta la tendencia de los mercados digitales hacia la falta de competencia, en especial aquellos con presencia de plataformas, y asumir un papel más activo por medio de regulación.