¿A dónde se va tu dinero?

Contrario a lo que muchos nos decimos, nuestro dinero no desaparece; lo gastamos. Si llevamos una rutina diaria inconsciente es muy fácil gastar y sentimos que el dinero se desvanece de nuestras manos.

No saber en qué vamos a gastar es una manera muy fácil de no saber en qué gastamos cuando regresamos de nuestras compras. Por eso, ir al super sin lista es peligroso.  Tener una aplicación, como Google Keep, en tu celular puede ayudarte a organizar tu tus compras, saber qué encontraste, qué te faltó, etc. Más importante, te ayuda a saber a qué vas para evitar distracciones y comprar artículos innecesarios.

Fugas de dinero

Siempre comer fuera es otra manera de gastar descuidadamente. Sin antes darnos cuenta, en el transcurso del día ya pasamos por el café, uno o dos tentempiés y y un plato fuerte a un restaurante. Para evitar estos gastos hay que ser precavidos y planear nuestra comida con anticipación. La noche anterior es el mejor momento para dejar listo un termo de café y comida para el día siguiente.

Es sumamente mejor ahorrar este dinero para las salidas que verdaderamente disfrutemos como el fin de semana, conocer un lugar nuevo o una ocasión especial.

No pagar las cuentas a tiempo es la peor manera de perder dinero. Es completamente evitable, y  si lo pensamos es inútil gastar por no consumir u obtener algún servicio. Por eso, siempre es mejor apuntar cuándo debemos pagar los servicios y no tener recargos.

Por último, no estar al pendiente del mantenimiento necesario que requiere la casa, el carro e incluso nosotros mismos nos hace perder. Es preferible llamar al plomero cuando la regadera empieza a gotear que cuando ya no sirve. Pensemos en las acciones que nos traen beneficios y ahorros a la larga, no solamente en las soluciones fáciles que nos brinda el momento.