Cuando pensamos en nuestra salud, la asociamos a una dieta balanceada, hacer ejercicio, descansar e incluso ser feliz. Pero no podemos dejar a un lado la importancia del dinero en este aspecto de nuestra vida.
Aunque cueste admitirlo la salud tiene un precio, más allá de los programas de seguridad social de los gobiernos o que las personas decidan costearse la previsión y tratamiento de afecciones a su salud, finalmente alguien paga por eso.
En el balance dinero-salud, ciertamente tener óptimos ingresos favorece a lo siguiente:
Reduce el estrés
No literalmente, pero tener problemas económicosgenera serias repercusiones en todos los aspectos de nuestras vidas. Dejamos de dormir, nos enojamos o deprimimos estando con nuestros seres queridos y somatizamos; es decir, nos provocamos dolores de cabeza, estómago y demás.
Calidad de nutrición para nuestra salud
Desafortunadamente, comer bien es caro. La obesidad y la diabetes tipo dos son problemas graves en nuestro país, y estudios a nivel mundial afirman que estas condiciones afectan mayormente a poblaciones desfavorecidas socialmente (Moreno-Altamirano, García-García, Soto-Estrada, Capraro, Limón-Cruz, 2014).
Ésta es una de las cosas más difíciles de admitir sobre nuestra propia cultura y su desigualdad. Es más probable que una persona con estabilidad económica tenga acceso a una comida balanceada hecha en casa, que una persona de nivel socioeconómico bajo, que come frecuentemente en la calle o ingiere alimentos con bajo contenido nutrimental.
Estar en forma
Más allá de la fuerza de voluntad. El dinero compra membresías a gimnasios y equipos deportivos, entrenadores personales y equipo atlético. Aunque es verdad que cualquiera puede hacer ejercicio en cualquier lado si se lo propone, hay cosas que sí facilita el dinero en este ámbito.
Estos no se pueden dejar a un lado si contamos qué tan lejos llega el dinero por nuestra salud. Es tan lógico como decir que todo cuesta. Cuando hay dinero se pueden hacer chequeos para prevenir una situación potencialmente peligrosa o cubrir los gastos de servicios médicos necesarios.
En lugares como en México que es notoria la desigualdad económica, se puede ver el rol que juega el dinero en la calidad de vida.
Aunque no lo tengamos consciente todo el tiempo, es un factor que influye directa e indirectamente en la salud.
Ésta es sólo una de las muchas razones por las que debemos ser inteligentes en nuestro manejo del dinero y pensar en cómo lo podemos usar para beneficiar nuestra salud.