Es fácil aplazar las cosas cuando están a la vuelta de la esquina, pero hay otras que nos decimos y no nos dejan planear para el futuro. Aquí hay cinco razones por las que no nos preparamos para nuestro retiro.

1. No es la prioridad

Aunque ésta puede ser una razón válida, algún día (probablemente cuando sea demasiado tarde), sí será prioridad. Si verdaderamente existe un obstáculo para no hacerlo, es momento de eliminarlo. Paga todas las deudas, ve cómo optimizar el dinero para cubrir la educación de tus hijos, pero hazlo ya.

 2. Seguramente no haré nada

Esta idea es completamente errónea. Sin contar la niñez, es el momento en el que todo tu tiempo será completamente tuyo. Depende de ti cómo usarlo, pero es recomendable mantenerse productivo por el bien físico y mental. El ocio puede sonar como una maravilla cuando estás cansado de trabajar, pero fácilmente pasa de ser una bendición a una maldición.

 3. No gano lo suficiente

A menos de que planees trabajar hasta el día en que te mueras, en algún punto debes atender este problema. Cambia de trabajo o consigue dos empleos. Suena espantoso, pero el futuro es inevitable y cuanto más te tardes en atender el problema del presente, menos preparado vas a estar para enfrentar lo que viene.

 4. No viviré tanto tiempo

No hay manera de decir si esto es cierto o no. Es tan posible que vivas mucho tiempo después de tu retiro, al igual que ni siquiera llegues a él. Pero lo mejor que se puede hacer es preparar.

Aunque fuera cierto que la vida es corta después del retiro (que puede no serlo), es mejor vivir un corto tiempo cómodamente, a un largo tiempo con mucha incertidumbre económica. En otras palabras, no se le puede sacar la vuelta al retiro.

5. Confío plenamente en el seguro

Aunque es un buen comienzo, se debe contemplar si ese seguro cubrirá todos los gastos y el estilo de vida que quieres llevar una vez que estés retirado.

Muchas veces las personas no se enteran de lo que ofrece su plan de retiro. Una mejor manera de ver esto es como un “suplemento”; es decir, que también planees por tu cuenta.

Si te informas de los planes correctamente y te visualizas, es menos probable que corras el riesgo de la decepción cuando llegue tu momento de retirarte y es más probable que puedas planear tu retiro para que sea placentero.