Las rondas de inversión se han convertido en una forma de conseguir capital al margen de los bancos, que cada vez tienen mayor atractivo para los pequeños emprendedores.
Los emprendedores son los que buscan que este tipo de trámites ya que se requieren menores estatutos y acceso más fácil al capital.
Pero este tipo de financiación no es el más adecuado para todas las empresas, por lo que es necesario tener en cuenta determinadas circunstancias que ayudan a tener éxito, lo importante es saber en qué etapa del negocio te encuentras para valorar qué tipo de inversión necesitas.
El mejor momento
Cuando estás en la primera fase, lo ideal es tener un plan para presentar el negocio a tu potencial inversor que casi siempre es un familiar o amigo.
Una vez que lo consigas, ofrece un porcentaje considerable al inversor para que vea que su dinero se acrecentará, naturalmente debes decirle que tardará en volver su ROI pero que con constancia y tiempo todo se devolverá.
Después con el tiempo trata de que los porcentajes se inviertan devolviendo el dinero que te dieron en un principio, pero otorgando acciones a tus socios de la ronda de financiación.
Ya cuando esté recuperada la inversión de tu financiador, puedes empezar a ganar dinero para ti y tú negocio, sabemos que es un proceso lento pero seguro en el cual la confianza es vital para crecer.
Recuerda las rondas de inversión son plazos que pueden durar tiempo y que requieren de mucha planificación, constancia y cuidado. Sin esmero es imposible avanzar para devolver el dinero a tú inversionista, así como no recuperar tu tiempo, esfuerzo y trabajo.