En materia de vialidad hay mucho que decir y corregir, por eso el nuevo gobierno federal así como el local, junto con la Secretaría de Movilidad (Semovi) han puesto nuevas normativas para los conductores.

Desde infracciones más elevadas hasta trabajo comunitario. Aquí te explicamos cómo funciona para que no te agarren desprevenido.

Las pretensiones del actual gobierno de la Ciudad de México son las de reducir el margen victimas y violencia a causa del tránsito, a través de la cultura de la movilidad y el respeto cívico.

Dicho sistema consiste en puntos, donde por cada falta cometida se te restarán puntos, hasta que no puedas verificar y se suspenda por completo tu derecho como automovilista, tal y como sucede en Europa.

Durante una década se mantuvo el sistema de “fotomultas” para detectar tus placas y te llegaba una boleta a casa; ahora con la incorporación de “fotorradares” el número de puntos a descontar dependerá de la gravedad de la infracción.

Se supone que el sistema de puntos empezaría a operar a partir de  julio de 2019, al iniciar el segundo ciclo de verificación vehicular.

Pero en el caso de las infracciones más comunes como volarse un alto, ir rápido y estacionarse en un lugar designado para discapacitados, se mantendrán las sanciones monetarias.

Sin embargo, los montos pasarán de 500 a 2400 pesos por penalidad, siendo la de hablar por teléfono mientras conduces, una de las más caras tanto para civiles como choferes públicos de 2821 y 3627 pesos respectivamente.

No obstante, en la CDMX, no todo es malo porque se dará a conocer los puntos donde están colocados los fotorrades.

La finalidad es la de no perjudicar al conductor, sino estimular su buena conducta vial.

¿Pero cómo funcionan las sanciones?

Los puntos se asignarán a una matrícula vehicular, sólo las infracciones registradas por radar y por fotomultas generarán puntos en contra, por otro lado los automovilistas que no tengan fotomultas recibirán un reconocimiento por seguir los lineamientos.

Pero a partir de los tres puntos de infracción se contará con una sanción cívica, enfocada en cambiar las malas conductas.

Por ello las sanciones implicarán los siguientes trabajos comunitarios: dirigir el tránsito afuera de las escuelas, repintar líneas en la vialidad, hasta trabajar en el mantenimiento de parques y jardines, todo esto puede estar sujeto a cambios pero de bote pronto así va.

¿Qué pasa si te obstinas en no cumplir con el trabajo comunitario o seguir los cursos?

No podrás verificar tu vehículo así de simple, ergo no puedes conducir.

Cómo ves, las penalidades son grandes, pero es por el bien de nuestra ciudad. Ahora ya sabes cuídate de la cámara y conduce bien. ¡Mucha suerte!