Hace 10 años circulaba un comercial en tele y radio de dos empresarios de nombre Pepe y Toño quienes explicaban la importancia que tenían las Micro Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs) para el país.
De manera breve y en forma de historia explicaban lo importante que eran sus empresas al generar empleos formales, e invitaban a los emprendedores a crear su empresa o fortalecerla.
Este ejercicio de memoria no es masoquismo para hacernos sentir viejos, sino para recordar que las pequeñas y medianas empresas siguen siendo el motor del empleo formal, y por consecuencia, de la economía de nuestro país.
De aquellos años al día de hoy, la importancia de estas empresas en la economía sigue siendo relevante, sin embargo, los apoyos a este sector siguen siendo insuficientes.
La columna vertebral de la economía nacional
Las MiPyMEs son Micro, Pequeñas y Medianas Empresas que tienen un número no muy grande de trabajadores, así como una facturación moderada.
Son consideradas como el principal motor de la economía debido a que son las empresas que más empleo generan, por lo que puedo decir sin exagerar que son la columna vertebral de la economía mexicana.
Estas empresas generan el 72% del empleo y 52% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. En México hay más de 4.2 millones de microempresas que aportan 41.8% del empleo total.
Mientras que las pequeñas empresas suman 174 mil 800 y representan 15.3% de empleabilidad; por su parte, las medianas llegan a 34 mil 960 y generan 15.9% del empleo.
Por lo general este tipo de empresas se concentran en actividades como el comercio, los servicios y la industria artesanal, así como en trabajos independientes.
Hay avances… pero falta camino por recorrer
En los últimos seis años la Banca de Desarrollo y los bancos comerciales han trabajado de manera conjunta para potenciar el crédito al sector de las micro, pequeñas y medianas empresas, pero hacen falta esfuerzos adicionales para lograr una penetración más profunda del crédito.
De acuerdo con el último reporte de la Asociación de Bancos de México (ABM), del 2010 al 2018 el saldo de la cartera de crédito a estas empresas pasó de 178 mil millones de pesos a 441 mil millones de pesos, un crecimiento de 148 por ciento.
Por número de empresas beneficiadas, las cifras de la ABM muestran que en el 2010 eran 266 mil las empresas atendidas, en tanto que en el 2018 fueron 507 mil, un crecimiento de 91 por ciento.
La mitad de los créditos que la banca comercial otorga a las empresas, por montos de hasta 10 millones de pesos, cuentan con apoyo de la Banca de Desarrollo; y más de 90% de los créditos menores a dos millones de pesos se otorga sin requerir una garantía adicional a la que brinda la Banca de Desarrollo.
Crédito sigue bajo
Pese a su gran importancia económica para el país, el crédito de la banca comercial a las PyMEs es una proporción pequeña si se compara con el total de la cartera de crédito comercial, pues a diciembre del 2018 representaba 17.7% del portafolio comercial en comparación del 82.3% destinado a grandes empresas.
Aunado a lo anterior, las encuestas del Banco de México revelan que alrededor de 80 por ciento de las empresas del país aún recurre a los proveedores como su principal fuente de financiamiento, en comparación con el 31 por ciento de la banca comercial.
Frente a este desafío, las plataformas que fomentan las Fintech como Presty pueden ser un buen apoyo para fortalecer y hacer crecer a las empresas, ya que pueden obtener financiamiento de forma rápida y en condiciones que se ajustan a su modelo de producción, ventas e ingresos.
No olviden a Pepe y Toño
Como ya hemos visto, las MiPyMEs son una parte esencial de la estructura económica de nuestro país, pero hace falta una estrategia completa que atienda todas sus necesidades.
Un plan integral que combine un mejor acceso al financiamiento y un marco fiscal acorde es necesario para impulsar a las empresas de los miles Pepes y Toños que hay en nuestro país.
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Jassiel Valdelamar
Soy economista egresado por la máxima casa de estudios, la Universidad Nacional Autónoma de México, con amplios conocimientos en economía internacional, mercados financieros, política monetaria y finanzas públicas. Mi experiencia como analista y reportero en diferentes medios especializados sobre Economía, me ha llevado a darme cuenta que hace falta mucha educación financiera entre la población y que como economistas tenemos la obligación de poner un granito de arena en esta necesidad.
Felizmente casado y esperando a nuestro primer hijo.