Somos una economía donde el rey es el dinero en efectivo. Información oficial detalla que el dinero contante y sonante representa hasta 98% de las formas de pago utilizadas en las transacciones cotidianas.

Pero el uso de efectivo tiene un alto costo y no sólo por la inseguridad de traer una cartera o monedero lleno y la probabilidad de extravío.

El efectivo también implica costos relacionados con la emisión, almacenamiento, administración y transporte del dinero en efectivo que en la mayoría de las ocasiones pagamos los consumidores.

Más tecnología

En sentido contrario, el uso de medios de pago distintos al efectivo, como puede ser la tarjeta de crédito o débito o también el propio teléfono celular, tienen muchas ventajas.

Para empezar los costos son menores, las transacciones y pagos tienen un registro más eficiente e incluso en tiempo real.

Además, permite la creación de un historial de crédito de los consumidores y se fomenta la formalidad.

Pero de manera especial, para el gobierno en turno un menor uso de efectivo puede contribuir decididamente a combatir la corrupción.

Y recordemos que uno de los ejes fundamentales de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, es el combate a la corrupción.

Tema prioritario

Y es que en la edición 82 de la Convención Bancaria que se celebra en Acapulco es uno de los temas más relevantes en la agenda porque lo bancos compartirán con las autoridades los avances de la estrategia.

Esto permitirá enfrentar el reto de la reducción del uso de efectivo a partir de facilitar e impulsar la adopción de medios de pago electrónicos.

Pero es importante mencionar que la apuesta es una solución integral porque no es sólo convertir el celular en un monedero virtual.

“No se trata nada más de hacer una transferencia electrónica sino que en las comunidades más alejadas de México donde la escasez de población no permite que exista una sucursal bancaria o un cajero automático, se pueda crear un ecosistema”.

“Donde la población, los habitantes, los negocios locales acepten y utilicen como medio de pago la banca digital”, resumió el subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, y uno de los funcionarios más entusiastas y activos en la transición del efectivo.

Plan maestro

El funcionario explica que restar presencia al efectivo en la economía mexicana es parte del programa de fortalecimiento al sector financiero.

La primera iniciativa que lanzó el nuevo gobierno, que sí bien busca incentivar los mercados financieros como el de valores, deuda y pensiones, que contribuirán al crecimiento y fortalecimiento de la economía, se basa en el proceso de inclusión financiera.

Se pretende que cada vez más personas tengan una relación con algún producto o servicio de la banca privada.

También ayudaría al propio gobierno vía los apoyos sociales que la población recibiría de manera directa y sin ningún intermediario abonando principalmente a la transparencia en el manejo de recursos públicos.

En México al cierre del 2018 la banca comercial atendió a 47 millones de usuarios a través de Internet, de los cuales 25 millones realizan operaciones por medio de su teléfono celular, pero todavía falta mucho por avanzar.

Mayores riesgos

Pero transitar a un mundo de transacciones digitales también abre la ventana a nuevos riesgos que incluso pondrían en peligro la estabilidad de todo el sistema.

Y nos referimos a los ciberataques que cada vez son más complejos y frecuentes.

Por eso el plan de fortalecimiento del sector financiero contempla un trabajo conjunto y coordinado con todos los involucrados.

Abarcando desde el gobierno federal, autoridades en la materia, bancos e instituciones financieras.

Todo esto para prevenir anticipadamente los riesgos y al mismo tiempo educar a los consumidores sobre la nueva relación con los medios de pagos.

“Es muy claro que la tecnología sirve para cosas muy buenas y puede también ser utilizada para cosas muy malas”, remata Arturo Herrera.

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