El reto en Latinoamérica de Rappi y la evolución de la transaccionalidad
Rappi, la app colombiana que hace entregas a domicilio de un sin fin de cosas, decidió dar un paso hacia la inclusión financiera y ha empezado a implementar una tarjeta de débito, además de agregar otras funciones que fungen como métodos de pago. Esto, con el fin de que cada vez más mexicanos rompan el miedo a otras formas de adquirir o pagar distintos productos.
En Presty tuvimos una conversación con Martín Mexia, Head de Rappi Pay México. En la entrevista que realizamos nos comentó un poco sobre el futuro financiero que se espera en el país y cómo funcionan estas nuevas implementaciones a la app, entre otras cosas.
¿Cuál crees que sea una de las razones por las que en México la gente se encuentra tan desbancarizada?
El problema viene en que no es necesario tener un banco. Aunque por mucho tiempo nos lo hicieron creer así, no es una necesidad, es un lujo. No por nada el 83% de las transacciones que se hacen en México son en efectivo. Se creado la necesidad de que la gente este bancarizada.
Por otro lado, está la desconfianza a las instituciones bancarias. Basta decir que uno de los bancos más grandes tiene casi el 50% de las tarjetas de débito del país, por ende, la gente entiende cómo funcionan y los usuarios siempre querrán un mejor servicio.
¿Podrías explicarnos un poco lo que es Rappi Pay?
Es la sección Fintech de Rappi: así como logramos acercar a las personas que, por una u otra razón, no podían ir al local por sus productos, vimos que en Latinoamérica había una oportunidad de adentrarnos en el rubro que gira en torno a los pagos.
De igual manera, existe la posibilidad de poder desbancar a la banca tradicional mediante el ofrecimiento de un mejor servicio, mucho más rápido y a un precio bastante accesible.
Con eso en mente, debemos destacar que Rappi Pay está dividido en tres secciones: el primero es nuestro fondo de pagos electrónicos, que básicamente es una cuenta de bancos, en la cual también tenemos una tarjeta de créditos asociados.
Las otros dos verticales son: el sistema de pagos entre personas que consiste en el envío de créditos de cuenta a cuenta. Y, por otro lado, el pago a comercio mediante la generación de código QR.
¿Por qué apostar por una alternativa como los códigos QR?
Hay dos ramificaciones que se pueden ver en la evolución de la transaccionalidad.
La primera es la que contiene lo que es el NFC, que se puede ver en países grandes y bancarizados casi en su totalidad. Ejemplos de esos países están las naciones escandinavas o Estados Unidos. Sólo necesitan el dispositivo, la tarjeta y listo.
La otra vertiente es la que esta más asociada a los países en donde la gente no está bancarizada, pero gracias al acceso que tienen por el celular y el internet, se puede generar códigos QR, los cuales son sencillos y tienen una seguridad impresionante.
Con esto dicho, puedo afirmar que el mercado latinoamericano es más parecido al de países asiáticos, cómo India o China, en donde los códigos QR tienen una gran aceptación.
Está es nuestra apuesta: pensamos en la gente que tiene un aparato como el celular, que lo podemos utilizar para todo. Y, finalmente, puedo destacar que en México hay una penetración de aparatos móviles del 70%. Y sí, no todos funcionan de la misma manera, pero todos tienen cámara, en cambio no todos tienen NFC.
¿Qué tanto control se tiene sobre las tarjetas en caso de extravío?
La tarjeta Rappi Pay se puede bloquear en un segundo. De esta manera, nadie más la podrá utilizar. Asimismo, estamos implementando nuevos métodos de seguridad, como el hecho de que la tarjeta no traiga tu información suficiente, la cual sólo estará en tu celular.
Otro cuestionamiento que ha surgido es sobre qué pasa en caso de que le tomen una foto y la quieran utilizar online para hacerte fraude. Eso ya se tiene cubierto y en un par de meses se podrán ver los resultados para demostrar como no se puede clonar.
¿Cuál es el reto para las empresas que ofrecen soluciones financieras?
Mas que reto, es una oportunidad: si sólo el 30% de los mexicanos están bancarizados, nos queda un 70% del mercado sin tocar y podemos usar eso a nuestro favor. El reto es convencer a las personas y demostrar que si bien, ofrecemos un servicio parecido a la banca tradicional, nosotros no somos los bancos.
Se ha comentado que para 2025 el país será una economía sin dinero. ¿Cómo ves el panorama de lo que se comentó y que tanto hay de asertivo en esto?
Considero que nunca habrá una economía sin efectivo, es algo necesario para ciertos lugares. Pero podemos darles la vuelta a los porcentajes, que el 83% de las transacciones sean con el apoyo de la tecnología y el 17%, sean las que se hagan en efectivo.
Esto se podrá lograr mediante el apoyo de las startups, como nosotros, ya que hacemos empujes en esos sectores mediante la creación de tecnología accesible y sencilla.
Para concluir, lo que se afirmó en ese evento del Banco de México fue sólo tomando en cuenta a la banca tradicional y no tomando en cuenta a las Fintech. Entonces, para 2021 o 2022 podremos tener un mejor aproximado de lo que se espera para 2025.
Autor: Alejandro Nájera.