Tramitar tu primera tarjeta de crédito puede parecer difícil, costoso y molesto, pero tenerla representa un gran beneficio, lo que debes aprender es cómo manejarlas para no endeudarte eternamente.

Uno de los grandes beneficios de tener una tarjeta de crédito es que son una forma de comenzar a tener un historial crediticio, es decir, un antecedente financiero que detalla las deudas, pagos y tiempos de cumplimiento de toda persona que ha adquirido bienes o servicios a crédito.

Un buen historial crediticio te puede abrir las puertas para adquirir préstamos de bancos u otras entidades financieras de altas cantidades o, por el contrario, puede limitar o eliminar la posibilidad de tu crédito. Por ello, toma en cuenta las siguientes técnicas para comenzar o mantener un historial sano y a tu favor:

1. ¿Es necesario que uses la tarjeta de crédito?

Recuerda que las tarjetas de crédito funcionan como un préstamo inmediato, el cual debes pagar lo antes posible para generar la menor cantidad de recargos e intereses. Por ello toma en cuenta qué tan necesarias son las compras que quieres hacer, y la razón por la que quieres usar tu tarjeta de crédito.

Si se trata de compras innecesarias pero que están disponibles en ese momento, ve si estás dispuesto a pagar intereses por un producto que no ocupas en ese momento. Si por el contrario es muy necesario, ten en mente el tiempo que te tomará pagarlo y a qué plazo para que puedas reacomodar tus gastos.

2. Ten fondos en tu cuenta

Sabemos que utilizar una tarjeta de crédito o un préstamo en muchos casos es necesario, sin embargo, no olvides en pagar en tiempo y forma, ya que mientras más te retrases en tus pagos, menor confianza se tiene en los deudores para prestamos posteriores.

3. Los pagos sencillos pueden abrirte las puertas

Los pagos con una tarjeta de crédito no siempre tienen que ser de gastos exorbitantes, de hecho, muchas personas comienzan su historial crediticio domiciliando los pagos mensuales que realizan como los servicios del hogar. De esta forma se ocupa el crédito, pero de una parte de tu presupuesto que ya está comprometida. Sólo no olvides la fecha de corte de tu tarjeta para evitar cobros extra.

4. No tengo fondos en mis cuentas, ¿Qué hago?

Empezar a generar un mal historial crediticio no es el fin del mundo, pero sí es algo que debes mantener controlado. Si las deudas te rebasaron, es mejor que te ocupes en las que más te están presionando y causando más intereses; asiste al banco o institución para preguntar opciones para poder lidiar y liquidar tu deuda.

A las instituciones lo que les interesa es el pago, así que es posible que tengas opciones de las cuales te puedes apoyar para liquidar tus deudas, aunque te tome más del tiempo previsto. Al pedir un préstamo, es mejor tener retrasos que un historial crediticio negativo.

5. Aprende a administrarte

A nadie le gusta que le critiquen su forma de gastar, pero quizá si has recibido comentarios sobre tus gastos, es momento de revisarlos y ver si hay cosas que puedas cambiar para tu beneficio. Aprende a usar con responsabilidad tus tarjetas, y aún con más cuidado las de crédito. Mientras es cierto que te ofrecen grandes beneficios, los gastos y cobros por intereses te pueden añadir al 82% de mexicanos que pagan intereses en sus tarjetas de crédito.

6. Pide un crédito a tu medida

Si tu historial crediticio es bueno y te han aceptado para un crédito, encuentra uno que se ajuste a tus capacidades reales de pago. Tomar un crédito enorme que sobrepasa tu poder económico puede sonar tentador, pero lo único que vas a hacer es generarte una deuda enorme que quizá no puedas cubrir en el lapso establecido.

Analiza para qué quieres ese crédito, cuáles son tus posibilidades de compra, y el tiempo de pago del préstamo; está en tus manos tomar una sabia decisión.