Aunque sea lo último que quieras hacer después de un día pesado de trabajo o estudios, limpiar tu casa puede ser la mejor manera de mantener la paz entre roomies, cuando te toca compartir un hogar.
Lo creas o no, dividir las tareas de limpieza y aseo tiene muchos más beneficios que contratar a alguien.
Cada departamento o casa tiene su propia dinámica, pero después de escuchar estas razones, tal vez lo quieras intentar.
Hay más respeto por las cosas y áreas compartidas
No hay como tener que limpiar de tu propia casa, para aprender a apreciarla.
Esencialmente, si se conoce el esfuerzo que alguien más invirtió para darle mantenimiento a algo, la persona que lo utiliza es menos propensa a abusar de él.
Se genera más confianza
Por otro lado, saber qué va a hacer cada quién y cuándo, fomenta la certeza de que se puede contar con esa persona.
Aumenta la empatía
Esto pasa porque todos tienen la responsabilidad de limpiar en algún punto, entonces piensan dos veces antes de ensuciar algo el día que le toca a alguien más el aseo.
Todo es equitativo
Dividir las tareas también crea la noción de que todos aportan lo mismo al hogar. Es menos probable que haya resentimiento de que una persona siempre hace todo, si se sabe que en algún punto de la semana, todos se van a haber esforzado.
Sugerencias
Si te interesa implementar esto con tus roomies, es una buena idea tener un pizarrón donde vayan apuntando qué hizo quién cada día, para evitar la confusión y mantener a todos honestos.
Esto ayudará a que puedan seguir la pista de la última persona en ir pagar los servicios, sacar la basura, limpiar la cocina, etc.