Pareciera que entre más ineficiente es el aparato político más costoso su mantenimiento es. Tan sólo en las elecciones pasadas el INE, gastó un presupuesto exorbitante de 7 mil millones de pesos para los fondo de los partidos políticos.
La cifra es alarmante si se toma en cuenta que proviene del erario público. Cabe mencionar que dependiendo de la entidad federativa hay provincias con mayores prerrogativas presupuestales. Por la cantidad de votantes enlistados en el padrón electoral.
Según datos del Diario “El Economista”, el costo por voto sería de 81.40 pesos si todos votantes hubieran sufragado. Si sólo lo hubieran hecho la mitad, la cifra se va al doble, es decir nos costaría 162.80 pesos.
Como vemos, tenemos una de las democracias más caras y más corruptas del mundo. A pesar de las iniciativas de transparencia que se han fomentado desde el año 2000 con el gobierno de Vicente Fox. Ya que en la mayoría de las ocasiones no se ha podido comprobar al 100% en que se van los fondos.
Costo alto en lo literal y metafórico
A menudo los mexicanos hacemos un legítimo reclamo para disminuir el financiamiento a los partidos políticos. Por el elevado costo del mantenimiento de dichas organizaciones políticas, que poco o nada nos representan.
Ante las protestas por la suma millonaria que se aprobó en el Proyecto de Financiamiento Público a los partidos por parte del Consejo General del árbitro electoral, Lorenzo Córdova, titular de la misma, defendió a la institución al replicar que el organismo no decidió arbitrariamente el monto otorgado. Sino que lo asignó de acuerdo con una fórmula descrita en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos . Particularmente haciendo hincapié en la Ley General de Partidos Políticos.
En la ley que regula el cálculo para el financiamiento público dice en su Título 5ª, Capítulo I. El paso a paso de cómo debe hacerse el cómputo de la partida que tendrá como destino la subvención a los partidos y candidatos independientes para el periodo 2019. Tanto a escala federal como local. La fórmula contempla dos variables:
- El número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral federal para los partidos nacionales, o local para los partidos locales, según sea el caso, a la fecha de corte de julio de cada año.
- El monto del salario mínimo vigente en el Distrito Federal para los partidos políticos nacionales, o el salario mínimo de la región en la cual se encuentre la entidad federativa, para el caso de los partidos políticos locales.
Conociendo el valor de ambas variables, lo que sigue es multiplicar el número total de los inscritos en el padrón por el 65% del monto del salario mínimo.
Conclusión
Como se puede ver, los consejeros electorales poco o nada tuvieron que ver en la fijación de la enorme cantidad de recursos asignados a los partidos políticos, pese a las objeciones multitudinarias.
No obstante ante la queja insistente de los ciudadanos, los diputados han llevado sus propuestas al Congreso de la Unión para reducir el financiamiento público a los partidos políticos en lo venidero. Sin embargo para este 2019 el monto será de casi 5 mil millones de pesos un 30% menos que el año pasado.
Aún hay mucho que hacer en materia fiscal y legislativa, pero es importante mantener la presión pública en el tema, para que siempre nos den las cuentas claras.