Una ciudad inteligente busca la sostenibilidad a largo plazo, además de obtener soluciones que permitan crear herramientas para optimizar, prevenir o terminar situaciones específicas.
Hay lugares en el mundo que ya transforman el presente para obtener resultados a futuro.
Para que las cosas sucedan, debe haber voluntad para iniciarlas. Así es como Holanda, Inglaterra y Estados Unidos decidieron emprender en materia de civismo y educación para obtener mejores resultados.
Otro ejemplo es China, que recientemente abrió la primera carretera solar. En ella, los vehículos eléctricos se recargan mientras conducen.
Si eso se imita en otras partes del mundo, bajaría la temperatura en la Tierra y disminuirían los gases de efecto invernadero.
Tecnología a favor de la humanidad
El objetivo es que la tecnología sea instrumento de ayuda y no distractor para mejorar el estilo de vida de sus ciudadanos y visitantes, con lo que se favorece el desarrollo de las economías mundiales.
Pero estos cambios no dependen sólo de la aplicación efectiva de sistemas innovadores o disruptivas, sino de la colaboración activa Estado-Pueblo.
Para que las cosas funcionen, las políticas deben ser más flexibles en unas cosas e inflexibles en otras.
Debe haber apertura a la innovación, detección de puntos de mejora y propuestas atractivas con beneficios claros para los ciudadanos, que permitan crear proyectos en conjunto dedicados a la sostenibilidad y el bienestar.
En materia de empresas y economía
Boston es pionera en Estados Unidos de hacer uso de los hackatones ciudadanos, que permiten optimizar el proceso de obtención de permisos y licencias de construcción para negocios.
Esto, gracias al desarrollo de sistemas en línea para la consulta de estatus, de trámites y de información clara sobre los pasos del proceso, entre otros.
Este esfuerzo resultó, por ejemplo, en que los servicios de inspección de Boston emitieran 12 mil 500 licencias más respecto al año anterior, cuando no contaba con esta tecnología.
Un servicio de trámites rápido y simplificado también motivará a pequeños empresarios a establecerse como negocio, y hasta para construir sus locales, lo cual se traduce en más dinero y empleos locales.
Movilidad y seguridad
En Londres se instaló un nuevo programa de multas para autos que causen congestión vehicular. El objetivo era detectar fallas en los caminos y saber por qué los conductores recaen en ellas.
Para esto se instalaron más de 600 cámaras en 21 km2, en 174 puntos de acceso y salida a la ciudad.
El resultado fue la disminución del tráfico en 53% en un período de 14 años en el centro de Londres; además, aumentó hasta 203% en uso de transporte alternativo.
Los 1.2 mil millones de libras obtenidas del ingreso netos acumulados por cobro de multas en 10 años, se utilizaron para desarrollar una red de autobuses, mejorar puentes e infraestructura.
Con esto, incrementó la calidad de vida de los habitantes.
Sociedad y medio ambiente
A través de la plataforma Smart Citizen’s Lab, Ámsterdam tambipen es una ciudad inteligente, pues cuenta con la participación continua de ciudadanos, diseñadores, ingenieros y científicos.
Ellos contribuyen en el desarrollo de kits que miden la temperatura, humedad, luz, sonido, emisiones de monóxido de carbono y dióxido de nitrógeno en sus casas y oficinas, para evitar enfermedades de vías respiratorias y otras.
Además, los ciudadanos fueron capacitados para interpretar y subir datos a la plataforma. Cuidar el ambiente es una responsabilidad compartida.
Como vemos existen innumerables esfuerzos por hacer de este mundo y esta vida un lugar placentero, aún falta más pero cada granito de arena cuenta.
¿Tú cómo contribuyes en tu ciudad? ¿Conoces el estilo de vida Zero Waste?
