Por lo general después de la fiesta siempre viene la resaca que es proporcional a los excesos, es decir, entre más excesos mayores serán las repercusiones para tu salud y estado de animo.

Y sin duda esta relación aplica también para tu cartera que puede haber sido víctima de excesos por el reciente periodo de vacaciones de Semana Santa y que en algunos casos tendrá que someterse literalmente a toda una terapia intensiva.

Recuento de daños

Si no realizaste previamente un presupuesto para tus vacaciones o no estableciste límites en tus gastos, el momento de la verdad llegará cuando recibas el estado de cuenta de tus tarjetas de crédito.

Aquí te darás cuenta de los excesos cuando veas un abultado saldo que tendrás que liquidar en los siguientes meses donde deberás de evitar cualquier atraso.

Recuerda que pagar tarde provocará que el adeudo crezca significativamente y recuerdes por varios meses las vacaciones y no por lo bien que la pasaste sino por lo mucho que tienes pendiente de liquidar.

¿Cuánto más?

Un error frecuente y grave es pagar sólo el mínimo de la tarjeta de crédito porque entre más tiempo más costo y puede que pasen los meses y veas con dolor que tu estado de cuenta ni se mueve.

Pero si quieres saber el efecto que en tus finanzas personales tiene hacer el esfuerzo y pagar más del mínimo requerido, la Condusef tiene un simulador gratuito y sencillo para que mediante un ejercicio conozcas los beneficios de subir tus pagos cada mes.

Una dieta forzosa

Y si los excesos fueron más de lo que te imaginabas entonces otro paso obligado es moderar tus hábitos de consumo.

Así destinarás más dinero al pago de las deudas, estabilizarás el balance de tus cuentas y podrás pensar no sólo en el siguiente periodo de vacaciones o el puente largo.

Esto te permitirá promover tú hábito del ahorro que con el tiempo dará tranquilidad a tu bolsillo e incluso ampliará tus horizontes para el viaje que siempre has querido realizar, quizás en otro continente.

Planeación, la clave

Aprender de los errores es una de las mejores lecciones porque se supone que no repetirás experiencias desagradables o hábitos erróneos, y esto mismo lo puedes aplicar para aliviar las heridas de las vacaciones.

En primer lugar si te dejaste de llevar por tus impulsos y la efusividad de la temporada de asueto, lo más seguro es que los boletos de avión, hospedaje y algunos servicios los hayas pagado mucho más caros ante la mayor demanda.

Y un aspecto adicional es que ya en el viaje te excediste en gastos, por ejemplo de traslados o comidas y entonces sabrás qué es lo que tienes que evitar o porqué debes de conocer las generalidades del destino que visites porque seguro encontraras alternativas más económicas.

Yo pecador

Calma. No se trata de satanizar los gustos o uno que otro capricho en las vacaciones porque se busca gozar los días en compañía de la familia o amigos, olvidarte de la rutina diaria y tomar un merecido descanso.

Justo por eso entre más tiempo dediques a planear tus gastos y conocer un poco del destino podrás disfrutar mucho más toda la estancia y sin preocupaciones sobre tu capacidad de gasto.

Pero lo más relevante y aunque suene contradictorio es que podrás gozar de tus vacaciones también después de que hayan terminado.

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