Hablar de transformación digital implica más que describir la mera adopción de tecnologías de información y comunicación para hacer más eficiente el trabajo.
Se trata, en realidad, de una serie de cambios en la economía y la estructura del trabajo que están modificando a todas las industrias del mundo, sin importar cuál sea su naturaleza.
La transformación digital implica entender las condiciones macroeconómicas del país y de los mercados internacionales.
Esto, aunado a las características de los consumidores, de las plataformas que usan y de la hipersegmentación de los nichos de mercado.
Por ello, la transformación digital de las empresas corre en varias dimensiones. La implementación de procesos automatizados y de autogestión digital son una de las claves en las industrias.
Por otra parte, hay que entender que estamos frente a un cambio progresivo en los modelos de negocios, que implican una demanda más personalizada por parte de los clientes, una oferta más amplia de medios de consumo y de pago.
Por último, tenemos a un consumidor que socializa todas sus relaciones con las empresas a través de plataformas digitales, ayudando a construir una reputación digital que, según sea el caso, ayudará o limitará la atracción de nuevos mercados.
Es así que, una empresa debe preguntarse cuáles son los elementos que le corresponden en ese cambio digital y cómo impulsarlos para lograr una mayor competitividad en el entorno actual.
Educación y sensibilización
Para adoptar el cambio, primero hay que entenderlo. Y el desconocimiento sobre los alcances digitales y sus tecnologías es más amplio de lo que quisiéramos.
Tanto empresarios como emprendedores y autoridades, no terminan por entender el rumbo del cambio.
Nuevos consumidores
La razón por la que literalmente todo se ha volcado a lo digital, es porque tenemos un nuevo usuario de la tecnología que empezó a informarse, leer, escuchar música, divertirse, socializar y trabajar de una manera diferente a las generaciones previas.
Inició una nueva relación con las marcas y las instituciones, mucho más personalizada, más profunda y exigente, ahora son consumidores informados. Ya no existen los públicos cautivos, sino miles de nichos de mercado.
Modelo de negocios
Con nuevos consumidores y tecnologías que conectan al planeta entero, por supuesto tuvimos que pasar de una economía centralizada y enfocada en los grandes capitales a una economía flexible y global, con foco en el ecosistema del emprendimiento y el consumo individual.
En el nuevo modelo de la transformación digital se pasa de la concentración de los capitales a la economía colaborativa.
No obstante, y a pesar de los grandes ejemplos, aún falta mucho por aprender en la cuestión de generar negocios que puedan generar bienestar a todos los integrantes del círculo de producción y consumo.
Plataformas digitales
El uso de aplicaciones y plataformas digitales implica más que una forma de divertirse y perder tiempo.
Permitió el acercamiento a las marcas con sus usuarios, cambió el modelo de consumo de medios y transformó la forma en la que ahora socializamos.
Entender que tienen su propio lenguaje y dinámica es parte de la responsabilidad en la transformación que empresas e instituciones deben entender.
En ese sentido, Deloitte considera que para llegar a una madurez digital una empresa no sólo debe ser flexible, debe tener flujos de trabajo mediados digitalmente y ser capaz de construir en conjunto con sus proveedores y colaboradores un ecosistema tecnológico.
Internet de las Cosas
La siguiente transformación digital será el Internet de las Cosas. El hecho de que nuestros dispositivos puedan conectarse entre sí, intercambiar información y generar acciones concretas en pos de nuestro trabajo o bienestar es un área de oportunidad en el que tendremos que trabajar mucho.
No obstante, también abre un enorme debate en torno a la protección de datos, lo que debe volcarnos a iniciar los debates legislativos y parlamentarios pertinentes para que garanticemos nuestra privacidad digital.
Big Data
Es el nuevo oro negro. Las grandes cantidades de información que circulan diariamente a través de Internet están transformando la publicidad, la política, el comercio y la economía.
Por ese motivo, se necesitan especialistas que puedan recopilar, ordenar, analizar e interpretar el big data que pasa constante frente a nuestros ojos y que puede ser la diferencia entre una empresa exitosa y otra condenada al fracaso.
La transformación digital de empresas y gobierno no es una tarea sencilla y mucho menos, aislada.
Tiene que darse en un contexto de cooperación y con esquemas de crecimiento que garanticen que las partes implicadas pueden verse beneficiadas en la interacción.
El punto ante todo esto es que no hay vuelta atrás, la economía y los mercados se transformaron; entender que migrar a los entornos digitales es un proceso que debemos empezar ya, es equivalente a la permanencia en el futuro.
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Rubén Vázquez
Profesor en la UNAM desde hace 20 años. Fue subdirector de Difusión en el Tribunal Electoral de la CDMX y es Consultor de comunicación digitalpara diversas empresas e instituciones, entre las que destacan Overlap, Mazda, Brandwatch, Secretaría de Turismo, Gobierno de Aguascalientes, Gobierno de Hidalgo, Cruz Roja Mexicana, así como distintas organizaciones políticas y no gubernamentales. Columnista en Forbes México sobre temas de tecnología, finanzas y marketing, en el IMER sobre política y tecnología y en MVS sobre política.