Huawei está a punto de entrar en una de las mayores crisis que una empresa pueda enfrentar debido a que fue vetada por el Presidente Trump.
Las causas se deben a que implementará una serie de órdenes ejecutivas para blindar las telecomunicaciones en Estados Unidos.
El hecho provocó que Google, dueño de Android, rompiera relaciones con Huawei, lo que hará que sus dispositivos no puedan ser certificados.
En consecuencia, no puedan actualizar aplicaciones, ni instalar nuevas, además de que ya no podrán tener acceso a Google Mobile Services (GMS).
El rezago tecnológico para Huawei
Se sabe que Android es un sistema de código abierto y no requiere permisos para instalarse. Sin embargo, el corte de servicios que Google ha impuesto bloqueará actualizaciones y reconocimiento de firmas digitales.
En un mediano plazo implicará que, con una actualización del sistema operativo o la inclusión de nuevos parches, los teléfonos quedarán obsoletos.
Además, al cierre de operaciones de Google con Huawei, se suman Qualcom, Intel y otros fabricantes de procesadores y componentes electrónicos.
Esto pondrá en problemas a los equipos de cómputo como tabletas o portátiles que fabrica la compañía china y que utilizan el sistema operativo Windows.
Los dueños de dispositivos Android no verán ningún cambio a corto plazo, no obstante, es muy probable que en algún tiempo, los dispositivos dejen de funcionar correctamente.
El plan B de Huawei
La compañía de smartphonestiene un plan B: meses atrás había anunciado la creación de un sistema operativo llamado Kiri que podría estar disponible en casos de emergencia.
Lo más probable es que el sistema empiece a funcionar en primer lugar en Asia, principalmente China y sus aliados comerciales.
Y en caso de tener éxito, paulatinamente llegaría a Europa y después a América, como lo han hecho otras marcas de China, como DiDi.
La situación en México
Para México no ha sido fácil debido a que Estados Unidos es su principal socio comercial. Y, por otro lado, China ha hecho grandes inversiones en el territorio nacional.
Asimismo, el país es un punto neurálgico en telecomunicaciones y existe un consumo altísimo de tecnología en la región: la puerta de entrada para el mercado latinoamericano.
¿Qué hay detrás de todo este asunto?
La decisión de Google y otros fabricantes de tecnología de romper con Huawei sin importancia: el gigante asiático es el tercer fabricante de celulares en el mundo, sólo por debajo de Samsung y Apple.
Se calcula que el 80% de los celulares en el mundo utiliza Android y que existen cerca de 8 millones de aplicaciones para este sistema operativo.
De momento, Estados Unidos anunció que retrasará 3 meses la entrada en vigor del veto impuesto a esta compañia asiática.
Las acusaciones de Estados Unidos son, entre otras cosas, espionaje industrial y el rompimiento de los bloqueos económicos impuestos a Irán.
El contexto en el que se da esta serie de prohibiciones es más complejo de lo que parece, puesto que se da en una guerra comercial entre China y Estados Unidos.
Semanas antes del bloqueo, Estados Unidos subió 25% los aranceles a una larga lista de productos chinos que equivalían a 250 mil millones de dólares.
Por su parte, China anunció el incremento de aranceles a productos estadounidenses por cerca de 60 mil millones de dólares.
Además, al complejo escenario se suma la detención en Canadá de Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei e hija del fundador de la compañía.
La situación nos hace pensar en una guerra fría tecnológica en la que Estados Unidos y China están enfrentándose, compitiendo por ver quién desarrolla la mejor tecnología.
Todo eso, en medio de acusaciones por espionaje y violaciones de restricciones comerciales.
Profesor en la UNAM desde hace 20 años. Fue subdirector de Difusión en el Tribunal Electoral de la CDMX y es Consultor de comunicación digitalpara diversas empresas e instituciones, entre las que destacan Overlap, Mazda, Brandwatch, Secretaría de Turismo, Gobierno de Aguascalientes, Gobierno de Hidalgo, Cruz Roja Mexicana, así como distintas organizaciones políticas y no gubernamentales. Columnista en Forbes México sobre temas de tecnología, finanzas y marketing, en el IMER sobre política y tecnología y en MVS sobre política.